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Reportaje:

La perra vida de los pollos

Jamie Oliver y otro 'chef' televisivo británico se movilizan contra la cría de aves en jaulas sin movilidad

Los chefs británicos se están movilizando contra el pollo criado en cadena. Dos de ellos han llevado esta semana su campaña a la televisión, para convencer a sus conciudadanos de que se pasen al pollo de granja y dejen de comprar pollo barato, criado en instalaciones de jaulas alineadas, sin espacio para moverse y sin siquiera ver el sol antes de morir.

Hugh Fearnley-Whittingstall empezó el lunes una serie de tres capítulos, que acaba hoy, en la que ha intentado convencer a sus vecinos sobre las bondades del pollo biológico. El joven Jamie Oliver, más conocido en España -su espacio En casa de Jamie Oliver se emite en Canal Cocina-, aportará el plato fuerte el viernes en un programa en el que sacrificará varios pollos -unos electrocutados, otros ahogados- para denunciar el sufrimiento que genera la cría industrial de estos animales.

El pollo criado al aire libre es tres veces más caro que el industrial

El mayor obstáculo al que se enfrentan es el precio: en el supermercado de Axminster se pueden comprar dos pollos por cinco libras (6,5 euros al cambio actual), tres veces más barato que el pollo criado al aire libre. Jamie Oliver pone el acento en la cuestión económica y en su programa ataca a las grandes superficies, a las que presiona para que paguen mejor a los criadores y asegura que algunos sólo cobran 2 peniques (poco más de 1,3 céntimos) por pollo.

Oliver, que gana casi 1,7 millones de euros al año por anunciar los productos de la cadena Sainsbury's, ha puesto el grito en el cielo porque ni su patrocinador ni las otras tres grandes superficies del país (Tesco, Asda y Morrisons) han aceptado su invitación para asistir el programa. Tan sólo la más elitista Waitrose y la cooperativa Co-Op acudirán al programa.

Algunos supermercados, como Waitrose y Marks & Spencer, ya sólo venden huevos de gallinas no criadas en batería. Otros, como Sainsbury's, Co-op y Morrison, instaurarán esa política dentro de dos años. Lo hacen en cumplimiento de la directiva europea que prohibirá esa práctica a partir de 2012. El Reino Unido, sin embargo, ha ido menos lejos que países como Alemania, donde ni siquiera estarán autorizadas las jaulas que sustituirán a las baterías y permitirán que las gallinas tengan al menos un nido para poner sus huevos.

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