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El petróleo sigue sin fluir en el Golfo de México

Los autoridades estadounidenses se muestran prudentes ante el sistema con el que BP ha logrado detener el vertido

El principio del fin parece que está cerca pero todas las autoridades mantienen un prudente escepticismo. "Queda mucho por hacer aunque sin duda lo sucedido son buenas noticias", declaró ayer Mitch Landrieu, alcalde de Nueva Orleans. Lo sucedido es que desde el pasado jueves ni una sola gota de crudo se filtra al Golfo de México tras la instalación de una tapadera hermética que recubre el pozo subterráneo de BP dañado hace tres meses. La necesidad de buena noticias en un tema que afecta a miles y miles de personas, y que ya está certificado como el peor desastre medioambiental en la historia de Estados Unidos, ha hecho lanzar las campanas al vuelo. Pero desde Barack Obama hacia abajo en la escala de autoridad se expresa prudencia. "Habrá que ver cómo evolucionan los hechos", insistía Landrieu. "Es el principio de una prueba más", dijo Obama a finales de semana.

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La prudencia está justificada. Varios intentos anteriores de contener la hemorragia de crudo resultaron un total fracaso y hubo que empezar de cero. Ahora parece ser que la operación puesta en marcha va por buen camino y prueba de ello es que no hay noticias. "No noticias son buenas noticias", declaraba Doug Suttles, jefe de operaciones de BP, cuando el sábado fue preguntado cómo seguían los niveles de presión en la tapadera instalada y si el petróleo seguía sin brotar.

Ayer, la compañía anunciaba que va a mantener la tapadera instalada hasta que complete la construcción de los dos pozos de alivio en los que está trabajando y que desviarían la fuga y mantendrían el petróleo controlado. Esto último puede suceder a finales de este mes o mediados de agosto.

"Estamos esperanzados en que los signos alentadores continúen para que podamos seguir con las pruebas hasta el punto en que tengamos al pozo sellado por completo", dijo Suttles durante una rueda de prensa. "Ahora mismo no hay una meta fijada para que el pozo vuelva a funcionar", agregó Suttles.

El Gobierno estadounidense aún debe aprobar el plan que BP va a poner en práctica. Si las pruebas que ahora se están haciendo son un éxito, BP abriría las válvulas en la tapa de contención para permitir que el petróleo fluya temporalmente en el mar mientras reposiciona en la superficie los barcos que desviarían el crudo, dijo el sábado el almirante retirado de la Guardia Costera, Thad Allen.

Un operario de limpieza pasa el rastrillo por la playa de Orange Beach en Alabama (EE UU), una de las afectadas por el vertido de petróleo de BP en el golfo de México.
Un operario de limpieza pasa el rastrillo por la playa de Orange Beach en Alabama (EE UU), una de las afectadas por el vertido de petróleo de BP en el golfo de México.AP

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