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Reportaje:

Un privilegio inolvidable

Multitudinaria despedida a Isabel Polanco, consejera delegada del Grupo Santillana

Rocío García

Isabel Polanco fue un privilegio. Un privilegio para sus hijos, su marido Alfonso, su madre Isabel, sus hermanos, para sus colaboradores, para su secretaria Virginia. También para los que ayer despidieron, en una ceremonia delicada, afectiva, triste, a la consejera delegada del Grupo Santillana en el cementerio de la Almudena de Madrid. "Ser hijos tuyos es un auténtico privilegio que no podremos olvidar", dijo entrecortada pero firme su hija Isabel, en nombre de los cuatro hermanos, en la capilla del crematorio. "Hubiéramos querido tenerla más tiempo a nuestro lado, disfrutar de sus risas y de su ingenio", había dicho allí mismo antes Emiliano Martínez, presidente del Grupo Santillana. "Fue un lujo estar con ella y quererla", recordó, lágrimas aparte, Virginia Anaya, su mejor y más cercana colaboradora desde hace 12 años. Los acordes del Adagio de Albinoni, una música especialmente querida por Isabel Polanco, y las flores blancas acompañaron al último adiós.

Fue una despedida sentida pero tranquila. Tal y como le hubiera gustado a Isabel Polanco, según todos los que la conocieron y la disfrutaron más de cerca. Fueron muchos los amigos y conocidos que se acercaron a la capilla ardiente y también al cementerio más tarde. Los príncipes de Asturias, don Felipe y doña Letizia, visitaron la Fundación Santillana, donde reposaban sus restos mortales. Los Príncipes saludaron afectuosos a la familia más cercana de Isabel Polanco, a su madre, su marido y sus hermanos. Especialmente afectuosa con los hijos estuvo la princesa, quien acarició y consoló a Jaime, Lucía, Isabel y Marta.

Uno de los más madrugadores fue el ex presidente del Gobierno Felipe González, que llegó acompañado de su mujer, Carmen Romero. González, que también estuvo presente luego en el crematorio, confesó su afecto y aprecio por Isabel Polanco. "Me producía una gran afectividad, además de que valoraba mucho su capacidad y calidad como empresaria y como persona", aseguró el ex presidente socialista. "Me cuesta mucho hablar de ella. Era muy parecida a su padre, aunque creo que superaba mejor el punto de timidez compulsivo de Jesús", añadió Felipe González.

María Teresa Fernández de la Vega, vicepresidenta del Gobierno en funciones, pasó ayer un día especialmente triste. Lo confesó en la capilla ardiente, donde resaltó la valentía, la dignidad y el compromiso de Isabel Polanco con las mujeres y con su tiempo. Trinidad Jiménez, secretaria de Estado para Iberoamérica, habló del doble y poderoso amor de la consejera delegada de Santillana por los libros y América Latina. También César Antonio Molina, ministro de Cultura en funciones, los empresarios Ana Patricia Botín, Florentino Pérez o Fernando Martín, la diputada del PP Ana Pastor y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, fueron algunos de los que ayer estuvieron en la despedida de Isabel Polanco.

Su hija Isabel llevaba en la mano una flor blanca. Igual que sus hermanos y muchos de sus primos. "Nos dejas un gran vacío... Nos has enseñado tu perseverancia, tu búsqueda de la independencia y tu lucha... Tenemos la suerte de que nos has marcado el camino por el que debemos guiarnos...". El blanco fue también el color predominante de la corona que envió el cantaor Diego El Cigala y su mujer, Amparo Fernández. "No te olvidaremos", decía.

Alfonso López Casas, marido de Isabel Polanco, a la izquierda, e Ignacio Polanco, a la derecha, flanquean a la familia en la despedida en el crematorio  de la Almudena.
Alfonso López Casas, marido de Isabel Polanco, a la izquierda, e Ignacio Polanco, a la derecha, flanquean a la familia en la despedida en el crematorio de la Almudena.GORKA LEJARCEGI
Isabel Moreno, madre de Isabel Polanco, junto a su hijo Ignacio, presidente del Grupo PRISA. Los príncipes de Asturias salen de la capilla ardiente.
Isabel Moreno, madre de Isabel Polanco, junto a su hijo Ignacio, presidente del Grupo PRISA. Los príncipes de Asturias salen de la capilla ardiente.G. L.
Manuel Polanco, a la izquierda, se abraza con su primo Javier Díez Polanco. En el centro, Felipe González. A la derecha, María Teresa Fernández de la Vega, entre Juan Luis Cebrián y Alberto Ruiz Gallardón.
Manuel Polanco, a la izquierda, se abraza con su primo Javier Díez Polanco. En el centro, Felipe González. A la derecha, María Teresa Fernández de la Vega, entre Juan Luis Cebrián y Alberto Ruiz Gallardón.CRISTÓBAL MANUEL / G. L.

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