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La tasa de paro entre los discapacitados es cinco puntos más alta que para el resto de la población

El 86% de los ocupados son asalariados y el desempleo afecta más a las mujeres que a los hombres

El paro afecta mucho más a las personas con alguna discapacidad. El 65% de las personas en edad de trabajar en este colectivo están inactivos mientras que para el resto ese porcentaje apenas supera el 25%, según datos del INE correspondientes a 2008. La tasa de paro para estas personas con alguna discapacidad es del 16,3% mientras que para la población en general alcanza el 11,3%, cinco puntos menos. En el año 2008, 873.000 personas, de edades comprendidas entre los 16 y los 64 años y residentes en hogares, tenían certificado de discapacidad. Esta cifra supone el 2,8% de la población en edad laboral.

Entre los ocupados, el 86% son asalariados de los que tres cuartas partes tenían un contrato indefinido. Un 3,3% de los ocupados asegura trabajar a tiempo parcial por enfermedad propia.

Cuando los discapacitados en edad de trabajar perciben una pensión, el 90% son inactivos, mientras que entre los que no la perciben la tasa de inactividad se reduce al 41%.

La estadística sobre empleo de las personas con discapacidad 2008 (EPD 2008) se ha

elaborado a partir de la Encuesta de Población Activa (EPA) del INE y de la Base Estatal de Personas con Discapacidad (BEPD) del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso).

La discapacidad es un fenómeno en el que los componentes de sexo y edad tienen gran importancia. En 2008 afectaba con mayor incidencia a los hombres en edad laboral (55,8%) que a las mujeres (44,2%). Y estaba directamente relacionado con el envejecimiento de la población: el 58,1% de la población de personas con discapacidad en edad laboral tenía más de 44 años, frente al 6,5% de personas con menos de 25 años.

La deficiencia de trastorno mental era la más correlacionada con la edad y sexo, con una

incidencia del 73,2% sobre los hombres de 16 a 24 años frente al 28,6% sobre mujeres del mismo grupo de edad. Para las personas de 25 a 44 años la incidencia era de nuevo más acusada sobre la población masculina, con un 64,5%, frente al 35,4% sobre la femenina, tendencia que se invertía en el último tramo de edad (45 a 64 años) con un 46,4% de hombres frente a un 53,6% de mujeres.

Las personas con certificado de discapacidad tenían en 2008 menor participación en el

mercado laboral, con una tasa de actividad del 33,5% frente al 74,9% de la población sin discapacidad.

En cuanto a la tasa de paro, la de las mujeres era del 19,4%, superior al 14,6% de la de los varones, igual que ocurría para la población sin discapacidad (13,0% frente a 10,1%). Las situaciones de actividad presentaban diferencias por sexo y edad en 2008. La tasa de empleo masculina (porcentaje de hombres de 16 a 64 años con certificado de discapacidad que trabajan) era del 32,8%, superior en 10,8 puntos a la de mujeres.

Según el tipo de actividad, las discapacidades asociadas a deficiencias auditivas y visuales eran las que presentan mayores tasas de actividad (56,9% y 45,3%, respectivamente). Por su parte, las asociadas a deficiencias mentales e intelectuales presentaban las menores (19,9% y 26,9%, respectivamente).

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