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Entrenada para pegarse un tiro en la boca

El líder de los davidianos instruyó a sus seguidores para un suicidio masivo

Antonio Caño

Las audiencias del Congreso de EE UU sobre el desastre de Waco han proporcionado elementos que hacen pensar que la policía se precipitó en el uso de la fuerza pero también testimonios que prueban que el líder de la secta Rama Davidiam, David Koresh, abusaba mentalmente de sus seguidores y los instruyó para un suicidio masivo. El más estremecedor fue el de una niña de 14 años que contó cómo Koresh la inició sexualmente cuando sólo tenía 10 años y le explicó cómo tenía que pegarse un tiro en la boca cuando "las fuerzas de Babilonia" vinieran en su búsqueda.La niña, Kiri Jewell, recordó con lágrimas en los ojos el día en que se encontró a solas con Koresh en la habitación de un motel de Waco. Dijo que el hombre a quien entonces tenía como su maestro la besó y frotó sus órganos sexuales contra ella. "!Yo había sido informada", dijo, "de que eso ocurriría alguna vez, así es que me quedé allí tumbada sin hacer nada y mirando al techo. Yo no sabía cómo besarle a él". Kiri relató a los congresistas que Koresh se acostaba a veces con ella y con su madre al mismo tiempo, y aseguró que había visto también otras relaciones sexuales del líder davidiano con diversas mujeres de su grupo. La madre de Kiri, Sherri, es una de las 80 personas que murieron en Waco en el incendio que siguió al asalto de la policía el 19 de abril de 1993.

Kiri vivió en el Monte Carmelo, el nombre que los davidianos le dieron a su granja en Tejas, desde los cinco años. La llevó allí su madre poco después de divorciarse de su padre. Éste consiguió que la madre dejara salir a la niña de la granja poco antes del ataque policial y el miércoles estuvo con ella en el Capitolio.

El rostro de Kiri ha sido borrado en algunas cadenas de televisión norteamericanas para evitar el daño psicológico que esta historia podría causar al la niña. Algunos periódicos, como The Washington Post, han publicado en primera página su foto, mientras que otros, como The New York Times, la han evitado.

El testimonio de Kiri no indica que los miembros de la secta se suicidaran, pero sí que estaban preparados para hacerlo y que difícilmente se hubieran rendido. "Estaba aceptado que la mejor manera de suicidarse, si era necesario en esta batalla contra Babilonia, era colocarse la pistola en la boca y apretarla sobre la parte suave, justo por encima de la garganta, antes de apretar el gatillo", dijo Kiri.

Otras declaraciones de agentes del FBI indicaron, sin embargo, que la decisión de atacar la granja fue tomada descartando otras opciones de negociación, y que las víctimas de esa acción no murieron por suicidio. "La terrible realidad es que todos los muertos fueron resultado directo de la acción del Gobierno", concluyó el presidente del subcomité que lleva a cabo las audiencias, el republicano Bill Zeliff.

La fiscal general, Janet Reno, que prestará testimonio la próxima semana, anticipó que la limpieza de esta investigación está en entredicho por la influencia que la Asociación Nacional del Rifle, el lobby pro armas de fuego, ejerce sobre las audiencias. La NRA tiene interés máximo en el asunto porque la acusación contra la Rama Davidiana era la posesión ilegal de armas de guerra.

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