Juan José Padilla, trasladado a planta
El diestro ya ingiere alimentos. - Tendrá las visitas restringidas
Solo tres días después de sufrir una de las cornadas más espeluznantes que se recuerdan, Juan José Padilla seguirá su recuperación en planta, en régimen de visitas restringidas, fuera de la Unidad de Cuidados Intensivos, donde ha estado ingresado desde la madrugada del viernes, cuando salió del quirófano. El diestro resultó gravemente herido el viernes pasado durante la feria del Pilar en Zaragoza. En el tercio de banderillas del cuarto toro, el astado, de nombre Marqués, de la ganadería de Ana Romero, le esperó al prender el último par. Una vez en el suelo el toro le infirió una cornada en la cara. El pitón entró por la parte inferior de la mandíbula, debajo de la oreja, y salió por la órbita ocular izquierda.
Los médicos ya le han comunicado que tiene muy pocas posibilidades de recuperar la visión y movilidad del lado izquierdo. El torero tendrá que pasar, al menos, una semana más en el Hospital Miguel Servet de Zaragoza, antes de seguir con la recuperación y una intensa rehabilitación en su domicilio.
El diestro no solo da muestras de su buen ánimo con las visitas de sus allegados sino que ya piensa en volver a ponerse delante de los toros. Antonio Matilla, su apoderado, le restó importancia: "Lo dice por la euforia del momento, por verse vivo, a salvo, pero es muy precipitado pensar en ello".
Padilla está consciente, sin fiebre y habla. El matador gaditano, que ingiere alimentos como yogur, sopa, o papilla sin dificultad, le pidió que no cancelase sus compromisos de la temporada americana.
"También me dijo que se retiraría cuando quisiera, que le fuera preparando dos toros, pero esto va a ser largo", añade su gestor que insiste en sus declaraciones de ayer: "hay que recuperar al hombre y después salvar al torero".