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Crack Cannavaro

Llega Fabio Cannavaro. El "bello" napolitano. El tipo que sonríe casi siempre. El pequeño central con cuerpo de acero y ojos como el mar; le temen los delanteros y le aman las jovencitas, y las marcas publicitarias. Llega el capitán de Italia, la campeona del mundo, con la que ha jugado 100 partidos; sólo Dino Zoff (112) y el gran Paolo Maldini (126) le superan. Fue él quien levanto la Copa el pasado nueve de junio en Berlín, su foto con el Santo Grial del fútbol en las manos dio la vuelta al mundo.

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Llega, posiblemente, el mejor jugador del pasado mundial, sin duda el mejor defensa, el mejor zaguero del planeta. Los lectores de As.com le votaron más que a ningún otro jugador en las encuestas, otorgándole 44.792 votos, casi diez mil más que al balón de oro, Zinedine Zidane. Y no vio ninguna tarjeta en Alemania, asunto difícil cuando hay que defender a tipos como Klose, Shevchenko, Henry y compañía. Impecable, brillante campeonato el del nuevo jugador madridista.

Aprendió el oficio de central junto al mítico Ciro Ferrara, en el Nápoles, justo después de la marcha de Maradona, al que si vio de cerca ejerciendo de recogepelotas en el estadio napolitano. También anduvo a pocos metros del "Pelusa" en el Mundial de 1990, de recogepelotas en San Paolo, en la semifinal que Italia perdió frente a Argentina en la tanda de penaltis; paradojas de la vida. Luego, en el Parma, formó junto con Thuram una de las parejas de centrales más solventes y rocosas de los noventa. Más tarde, llegarían los multimillonarios traspasos al Inter y la Juventus.

Llega, en fin, un experimentado central, un futbolista explosivo, rápido, agresivo, valiente, astuto, táctico, autoritario, tenaz y con temperamento de líder. Un tipo con muelles en los pies y corazón de león. Y guapo. Será bueno para el Madrid, para el club y para los jóvenes futbolistas. ¿Con quién mejor podría aprender Sergio Ramos? ¿Existe mejor pareja de baile?

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