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AUTOMOVILISMO | FÓRMULA UNO

La semana más dura de McLaren

El equipo comparecerá mañana ante la FIA por las acusaciones de espionaje a Ferrari

McLaren afronta su semana más dura de la temporada. Las cuestiones deportivas han quedado a un lado con el escándalo que ha sacudido a la escudería de Woking por un presunto trasvase de información confidencial de su mayor rival, Ferrari. Mañana, el equipo angloalemán tendrá que comparecer ante el Consejo Mundial de la Federación de Automovilismo (FIA), que mantiene la acusación sobre la obtención ilícita de información confidencial de la escudería roja.

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Las sanciones posibles son varias: indemnizaciones, pérdida de puntos e, incluso, penas para Fernando Alonso y Lewis Hamilton, al afectar también al Mundial de pilotos. El traspaso de información confidencial entre Nigel Stepney, ex coordinador de mecánicos de Ferrari, y Mike Coughlan, ex responsable de diseño de McLaren podría dar al traste con una temporada de éxitos que ha llevado a la firma de la estrella a la cumbre de la Fórmula Uno (Hamilton y Alonso lideran la clasificación de conductores y McLaren la de constructores).

Desde el seno del equipo, el director, Ron Dennis, insiste en la inocencia de McLaren y la no intromisión en asuntos oscuros basando su argumento en que dichos documentos sólo los conocía Mike Coughlan, por lo que nada pudo usarse en el desarrollo de los coches que pilotan sus pupilos. Dennis no se cansa de repetir "categóricamente" que ninguna información de Ferrari ha sido usada en momento alguno en el desarrollo de sus monoplazas.

La acusación de Ferrari se ampara en un supuesto correo electrónico enviado por Stepney a Coughlan en el que le informaba de la existencia de un fondo plano móvil en los coches de Ferrari, un elemento que fue prohibido por la FIA tras una protesta de McLaren después del Gran Premio de Australia.

El Consejo Mundial de la FIA estudiará el jueves todos los datos, pero se desconoce si ese mismo día emitirá un veredicto que en el caso de ir en contra de los intereses de McLaren-Mercedes podría afectar no sólo a la escudería anglo-alemana, sino también a sus pilotos, como recientemente ha afirmado Max Mosley, presidente de la Federación Internacional.

Otros casos de espionaje

Las controversias por presuntos casos de espionaje no son una novedad en Fórmula Uno. La polémica que rodea a McLaren en cuanto a la obtención ilegal de información confidencial de Ferrari supone el último episodio de una controversia que evoca a un suceso de 1998 en el que participó Ron Dennis, actual jefe de McLaren-Mercedes. Hace nueve años, Dennis denunció que el cuñado del jefe de aerodinámica de un equipo rival había sido sorprendido fotografiando dentro del garaje de McLaren durante el Gran Premio de Australia, si bien no precisó el nombre del equipo, limitándose a decir que el problema "no era nuevo".

Dos antiguos ingenieros de Ferrari, Angelo Santino y Mauro Iacconi, fueron condenados por un tribunal italiano el pasado mes de abri a nueve y 16 meses respectivamente después de ser declarados culpables de robar datos confidenciales de la ingeniería ferrarista y usarlo posteriormente en los diseños de coches Toyota.

En 2001, el director técnico de Bennetton (de Renault), Jean-Jacques His denunció que los datos sobre los diseños guardados en el cuartel general de la escudería habían sido saboteados por hackers, y sugirió que la investigación se llevara a cabo por los miembros de la Stasi (policía secreta alemana). También dijo que esos "espías" probablemente intentaban vender los secretos a los rivales en el Mundial de F1.

Un año más tarde, la televisión mostraba a dos empleados de McLaren tomando fotografías frente al coche de Williams cuando éste estaba aparcado en el área de seguridad tras la calificación del GP de Austria. Ante esta controversia, Ron Dennos zanjó el tema alegando que no tenían puesto el uniforme oficial de la escudería, por lo que era poco probable que fueran espías.

De hecho, es un secreto a voces que todos los equipos de F1 tengan puesto un ojo sobre el garaje vecino. Tomar fotografías, dicen, es un buen recurso para averiguar y estudiar los avances tecnológicos y aerodinámicos del rival. En 2003, la Federación Internacional de Automovilismo prohibió el uso de pantallas o cubiertas para proteger las zonas sensibles y esconder estructuras del coche de miradas indiscretas.

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