Demasiado Soderling para Federer
Nadal recuperará el número uno si gana el torneo parisino
El suizo Roger Federer ha caído eliminado en cuartos de final de Roland Garros por el sueco Robin Soderling (3-6, 6-3, 7-5 y 6-4). La derrota del mejor tenista del planeta, vivida bajo la lluvia y entre tinieblas, tiesos los paraguas en el aire, puesto el chubasquero la gente de la grada, puede tener consecuencias catárticas para su deporte: por primera vez desde 2004, Federer perdió en un grande antes de semifinales, lo que permitirá a Rafael Nadal recuperar el número uno si gana el torneo.
El suizo salió como un tiro, limpios los golpes, pétrea su defensa de dos de sus récords más queridos: 23 semifinales seguidas, el récord de semanas seguidas como número uno de Pete Sampras (286) a tiro. El sueco, sin embargo, apareció como superado por los acontecimientos.
La grada no tuvo dudas: gritando en francés y alemán, se lanzó en defensa de su campeón en cuanto se empinó el partido. Nada, sin embargo, pudo con Soderling, verdugo de Nadal en octavos de 2009, desde ayer parada final del campeón en los dos últimos años. Su tenis es de rompe y rasga. Tira con plomo y a plomo gana. No está solo: también en cuartos, también a palos, Thomas Berdych ha eliminado al ruso Mikhail Youzhny (6-3, 6-1 y 6-2).
"Impresionante"
Roger Federer dejó escapar el partido en tres instantes: muere el tercer set con 5-4 y punto de set del número uno, Soderling se defiende con un smash, el suizo (imposible en golpe, todo contrario a la física, ¿cómo pudo lograrlo?), lo devuelve, y el sueco, aún sorprendido, logra ganar el punto (5-5). Llueve entonces. Hay parón. Más de una hora después (1h16m), los dos tenistas vuelven a la pista, Federer domina cómodamente su saque (40-15) y lo pierde (6-5 y servicio de Soderling, que gana la tercera manga). Queda el último capítulo. Campeón antes que nada, gran tenista sobre todo, Federer reacciona al inicio de la cuarta manga, logra break de ventaja (2-0), e inmediatamente lo pierde. Ahí se acaba el partido.
"Las condiciones climatológicas, al final", valoró el número uno; "jugaron en su favor". "Si sacas a 225 o 230 kilómetros hora, como él, puedes seguir jugando. Quizás a mi me falten cinco o diez kilos para lograr eso, pero así eran las condiciones. No me puedo quejar, porque eran iguales para los dos. Estoy decepcionado: he perdido tres partidos sobre tierra y bajo la lluvia en lo que va de temporada (Roma, Estoril y París)", prosiguió. "Creo que él jugó muy bien. Estuvo consistente en el golpeo, incluso aunque en la fase ofensiva yo las puse cerca de las líneas. Impresionante".
Peculiar como es, Soderling no dejó grandes reflexiones tras el partido. "No voy a celebrar mucho", dijo, como queriendo subrayar su ambición. "Aún quedan dos partidos".
