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CLÁSICO

Cristiano: "El clásico no es un duelo entre Messi y yo, eso son tonterías"

El jugador no quiere polémicas y repite que el partido del lunes "es uno más"

Cristiano Ronaldo ha querido rebajar la tensión que se vive antes de los clásicos. Mucho menos vehemente que habitualmente, ha sido muy cauto en sus declaraciones y ha repetido que el partido del lunes "es uno más". Un intento de acallar cualquier polémica tras la protagonizadas por José Mourinho en las pasadas jornadas. Mourinho calla y sus jugadores también se muestran más discretos. Serio, huyendo de cualquier tipo de polémica, con mensajes claros y cortos: así ha comparecido Cristiano Ronaldo ante los medios de comunicación en la ciudad deportiva de Valdebebas.

En la rueda de prensa, el delantero ha calificado de "tontería" que el partido del lunes ante el FC Barcelona pueda ser "un duelo" personal con el argentino Leo Messi, y en una rueda de prensa en la que no quiso asumir más presión que el resto de sus compañeros dijo que no cambiará su comportamiento y que a quien no le guste "que apague la televisión".

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"Es parte de la prensa buscar enfrentamiento para vender. Es normal. Pero no veo este partido como un duelo entre Messi y yo. Vamos a jugar once contra once. Claro que él es un jugador que hace goles, muy peligroso, pero tenemos que estar concentrados con todos", manifestó. "No es un duelo entre Messi y yo, sino entre el Barcelona y Real Madrid, los dos mejores equipos de España. Cada uno va a hacer lo mejor para ayudar a su equipo y que se vea un buen espectáculo", agregó.

"Para mí es un partido más, importante como otros. Es normal que sea bonito porque es un clásico entre grandes equipos y jugadores, pero lo considero un partido de tres puntos. Por eso lo encaramos igual que si jugásemos contra Getafe o Valencia", añadió. Tras asegurar que él no cambiará su forma de ser sobre el campo por el ambiente que pueda esperarle en el Camp Nou, reconoció que este año la atención quizás derive hacia el banquillo por la figura de José Mourinho.

"Para mí no es importante el ambiente. Pueden hacer lo que quieran porque vamos a estar concentrados en el partido. Si va todo en contra el míster puede ser normal, porque lo que les ha hecho siempre se recordará. Pero no nos preocupa y a Mourinho le da igual", manifestó recordando la eliminación europea del Barcelona ante el Inter de Milán dirigido por el técnico portugués la pasada campaña. No quiso asumir Ronaldo más protagonismo que el resto de la plantilla blanca -"Soy un jugador más en este equipo. No tengo más presión que los demás"- y explicó que no tiene ninguna espina clavada con el Barcelona, al que no ha conseguido marcar aún en su carrera.

"No es importante que yo marque, lo es que el equipo gane. No vivo obsesionado por los goles. Puede ser que esté a veces un poco ansioso, pero ante el Barcelona no lo estoy. Quiero marcar a todos, no sólo a ellos. Es un partido especial, pero mis ganas son siempre las mismas. Pienso así. Puede ser que el subconsciente sea diferente pero mis ganas son iguales", explicó. No profundizó sobre el enfrentamiento que tuvo con Sergio Busquets en el Portugal-España. "Quien vio el partido sabe que no le toqué, pero no quiero entrar en polémicas. Estoy tranquilo y concentrado", dijo, de la misma forma que aseguró que tiene buena relación con Gerard Piqué: "Nunca hemos tenido ningún problema, todo lo contrario. Estuvimos juntos en Manchester. Todo bien".

Espera el futbolista portugués "un partido muy equilibrado que se va a definir por detalles" y no cree que el que no gane tenga mucho perdido. "Si ellos ganan, van para arriba y si lo hacemos nosotros seguimos primeros. Los grandes tenemos que pensar en seguir peleando por el título. Que un equipo gane no decide la Liga".

Cristiano Ronaldo, esta mañana
Cristiano Ronaldo, esta mañanaAP
A la diez minutos, Xavi inauguró el marcador y empezó a dejar claro el festín que se iba a dar el Barça y la tortura que le quedaba al Madrid.
A la diez minutos, Xavi inauguró el marcador y empezó a dejar claro el festín que se iba a dar el Barça y la tortura que le quedaba al Madrid.REUTERS

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