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La NBA, a un paso del cierre

Los clubes y los jugadores mantienen una reunión de última hora para intentar evitar la suspensión de toda actividad en la mejor liga de baloncesto del mundo.- El convenio colectivo que rige sus relaciones expira esta noche

El convenio que rige las relaciones entre la NBA y sus jugadores expira esta noche y su renovación parece complicada. Si las posiciones que defienden por un lado las franquicias y por otro los baloncestistas no logran acercarse lo suficiente como para que se vislumbre un acuerdo en la reunión que mantendrán ambos hoy en Nueva York -algo que no han conseguido a lo largo de más de un año- es posible que la jornada termine con el cierre patronal. En caso de que no se produzca un acuerdo, las partes seguirán negociando para intentar que la temporada, que en principio empieza en octubre, no se retrase (el último precedente data de la temporada 1998-99, cuando solo se disputaron 50 de los 82 partidos de temporada regular).

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Con independencia de que se llegue a materializar el cierre, la incertidumbre sobre él cierre ya ha tenido consecuencias. Algunos jugadores han preferido no presentarse al draft universitario de la semana pasada, ante la perspectiva de pasarse parte del año en blanco, y la NBA ha cancelado la liga de verano de Las Vegas, a las que acuden baloncestistas interesados en llamar la atención de los equipos de la Liga. De momento, el sindicato de la NBA (NBPA) parece lejos de aceptar los importantes recortes que plantean los equipos, que según los jugadores alcanzarían los 5.500 millones. Sin embargo, los propietarios cuentan con una ventaja de su parte: mientras ellos seguirán cobrando los contratos televisivos, los jugadores no percibirán sus sueldos.

Los dueños aseguran que el actual convenio es insostenible y aseguran haber perdido el último año unos 207 millones de euros (por los 235 y los 270 millones de las campañas anteriores). Sin embargo, el NBPA desconfía de esas cifras y sostiene que solo una pequeña parte de los 30 equipos de la Liga están perdiendo dinero -y no 22, como afirma la patronal-, mientras señala como culpable de la situación de los conjuntos más perjudicados al mal reparto de los beneficios televisivos: los Lakers, por ejemplo, cobran 12 veces más por ellos que los Blazers. La solución presentada por los clubes para salir de estos números rojos pasa principalmente por fijar un límite salarial más severo, limitar la participación de los jugadores en los ingresos y reducir el número de años de los contratos.

Para que sus gastos no se disparen, los equipos de la NBA tienen un límite salarial que este año ha sido de unos 40 millones de euros. Sin embargo, numerosas excepciones hacen que a menudo los clubes superen esa cantidad, lo que posibilita a los jugadores obtener mejores contratos. Por ejemplo, el ganador del anillo esta temporada, Dallas Mavericks, superaba los 60 millones en salarios. Además, la Liga hace pagar un impuesto de lujo adicional, que consiste en una multa de un dólar por cada dólar por encima del límite, elevando más los costes.

Para solventar esto, las franquicias, que prefieren tener un techo inamovible de gasto en sueldos, han ideado en su última propuesta un "límite flexible". Pretenden elevar el límite a 43 millones y considerar algunas excepciones para superar ese tope -aunque sin especificarlas-. Tras ello, habría finalmente un nuevo límite, este ya infranqueable, lo que de paso eliminaría el impuesto de lujo. Idea a la que el sindicato se ha opuesto frontalmente, considerándole un límite rígido encubierto.

Otro de los caballos de batalla es la parte del pastel que le corresponde a los jugadores. En 2005 se acordó que estos recibieran al menos el 57% de los ingresos que generara la Liga en su conjunto, lo que esta temporada ha supuesto 1.500 millones. Pero los propietarios quieren reducir este margen y han planteado fijarlo en 1.300 millones para los próximos 10 años, independientemente del porcentaje. Es decir, 2.000 millones menos a lo largo de ese tiempo, además de no participar de los incrementos en los ingresos. Lo que supondría -según cálculos del sindicato- pasar del 57% a aproximadamente un 40%. Los propietarios incluso solicitan que los jugadores devuelvan 110 millones de la pasada temporada, que es la cantidad que han percibido por encima de ese 57% mínimo que tenían asegurado, lo que ha molestado a los jugadores, especialmente reticentes a devolver lo ganado o modificar los contratos ya firmados. De hecho, una muestra de lo difícil que parece el acuerdo es que su contraoferta de reducirse el salario 350 millones a lo largo de cinco años tampoco ha satisfecho a los dueños y David Stern, su representante y comisionado de la NBA, la ha calificado como "modesta".

Los equipos también quieren llevar los recortes a la duración de los contratos. Según su plan, los jugadores solo podrían firmar como máximo por tres años por sus nuevos equipos -ante los cinco actuales- y por cuatro con sus clubes actuales -en lugar de seis-. Esto permitiría a las franquicias librarse con mayor facilidad de los contratos que ya no interesen.

Sobre la mesa también está la reducción del dinero percibido por los jugadores novatos o la duración del convenio -los dueños quieren que sea por una década, los jugadores por cinco años, para coincidir con el nuevo acuerdo televisivo-, entre otros temas. Mucho material para el que cada vez queda menos tiempo, antes de que el cierre sea una realidad.

LeBron James y Chris Bosh, durante el sexto partido de la final ante Dallas.
LeBron James y Chris Bosh, durante el sexto partido de la final ante Dallas.RONALD MARTÍNEZ (AFP)

¿Podrían salir de la NBA los jugadores si hay cierre patronal?

Varios jugadores de la NBA han asegurado que de producirse el lockout se buscarán otros equipos fuera de la Liga. La maniobra sería legal, ya que mientras dure el cierre los jugadores estarán liberados de sus contratos. Sin embargo, varios factores dificultan estas salidas.

En primer lugar, en el momento en que se levantara el cierre los jugadores se encontrarían con dos contratos en vigor y aún no está claro cómo se resolvería dicha situación. Además, los salarios de los jugadores importantes de la NBA son inasumibles por los clubes europeos -sus teóricos destinos- y habría que ver la disposición de estos equipos para fichar como estandartes a jugadores que podrían abandonarles para el último tramo de la temporada, cuando se disputan los títulos. Los jugadores que tendrían más facilidad para negociar su fichaje por clubes europeos son los agentes libres, aunque muchos de ellos son restringidos, es decir que sus clubes tienen una opción de igualar la oferta que reciban. En ese caso, por ejemplo, se encuentra Marc Gasol, que puede negociar con cualquier club pero los Memphis siempre tendrán la última palabra porque de igualar la oferta se asegurarán su renovación. El problema es que si se decreta el cierre patronal, las negociaciones entre clubes de la NBA también quedan suspendidas.

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