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20 días para cambiar Wimbledon

Hoy se inicia el último ensayo para preparar el torneo para los Juegos

Cuando Londres ganó la organización de los Juegos Olímpicos, los grandes especialistas de la hierba, una raza en extinción, comenzaron a frotarse las manos: nunca las medallas olímpicas fueron tan difíciles para la mayoría y quedaron más al alcance de un coto de privilegiados, los pocos tenistas que comprenden los arcanos del verde. La prueba del tenis olímpico se disputará en Wimbledon tres semanas después del torneo. Para le club, sin embargo, eso es un problema. Solo 20 días separarán el torneo de 2012 de la prueba olímpica. Solo habrá 20 días para cambiar el césped y que la sede recupere su impoluta imagen, con las pistas verdes y sin calvas. Solo hay 20 días, y por eso el Comité organizador lleva dos años haciendo pruebas. Hoy arranca el último ensayo: es lunes, y ruedan los rodillos y las excavadoras por Wimbledon.

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Eddie Seaward, el encargado del césped del torneo de Londres, un puesto de la máxima importancia y prestigio dentro de la organización, ha decidido que utilizará tapetes de hierba pregerminada. ¿Qué es eso? Pues tapetes con semillas que ya han empezado a crecer tres días antes, aunque sea infinitesimalmente, según explicó la organización. En el verano de 2010, los más de 60 operarios que llegan a trabajar en el club durante el torneo se afanaron inmediatamente sobre la línea de fondo. Los resultados, dijeron, fueron satisfactorios.

Ese, conseguir que la hierba parezca hierba solo 20 días después del torneo, es el máximo reto en cuanto al tenis del Comité organizador. No es, sin embargo, el único. Wimbledon es un impresionante transatlántico. Durante el verano de 2012, con la dirección del club sin voz ni voto en los acontecimientos, el almirante será un novato.

Por eso, durante las dos últimas ediciones, cada cargo y empleado de importancia ha sido seguido por un doble, una sombra que ha aprendido su cometido, ha evaluado las dificultades de su trabajo y ha elaborado un informe sobre si se debe reproducir su trabajo durante los Juegos. Una de esas personas es Clare Wood, la directora de competición del tenis olímpico, que estos días no responde a sus e-mails porque está en Wimbledon. Allí, en 2010, cuando se hizo el primer ensayo, pudo ver cómo la hierba plantada el 5 de julio, un día después de la final masculina, ya permitía el juego el 19, a tiempo para los Juegos. Allí, durante este verano, ha escuchado que el club no se opondrá a que se pinten los anillos olímpicos sobre la sagrada hierba de la pista central.

Londres 2012 no usará todas las pistas de Wimbledon: se competirá en 10 de las 19 que tiene el club, con seis más reservadas para entrenamientos. Muchas cosas han cambiado desde 1908, cuando el mismo club acogió el tenis en aquellos Juegos. Solo compitieron Suecia y el Reino Unido. No hubo que cambiar los logos del club por los oficiales de los Juegos, ni se produjo una invasión de carteles publicitarios en un torneo que ha hecho ley de su oposición a que abunden las marcas comerciales. Tampoco tuvieron la opción los tenistas de abandonar el blanco obligatorio en sus uniformes para jugar con los colores de sus países, como ocurrirá ahora. Y nadie se preguntó cuántos días tarda en asentarse la hierba para actuar de puente entre Wimbledon y los Juegos Olímpicos de Londres.

"Tenemos que dejar nuestra marca", le dijo Debbie Jevans, del Comité Organizador, a AP. "Así, cuando venga el público, sabrá que están en una competición olímpica, y no volviendo a Wimbledon".

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