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"Cuando no puedes ser campeón, poco importa terminar el segundo o el quinto"

Con el título en manos de Vettel, Alonso afronta al ataque las últimas cuatro pruebas del Mundial

Que un Mundial de fórmula 1 se resuelva tan pronto como ha ocurrido este año, a falta de cuatro carreras para el final, pone a prueba la paciencia y el ingenio de la mayoría de actores que intervienen en este circo. Mientras los ingenieros y los técnicos se estrujan las neuronas para tratar de innovar y buscar soluciones que después aplicar a los prototipos del año que viene y rebajar así una o dos décimas el tiempo por vuelta, el mayor quebradero de cabeza de los pilotos se reduce a encontrar un aliciente que les permita seguir circulando al límite, como si les fuera la vida en ello. En este sentido, los hay que lo tienen más fácil que otros.

El flamante campeón, por ejemplo. Sebastian Vettel conquistó su segunda corona el domingo pasado, en Japón, pero en mente ya tiene otro objetivo. El alemán, que en estos dos últimos años ha destrozado todos las plusmarcas de precocidad, se ha propuesto seguir haciendo historia y sabe que tiene ante sí una oportunidad casi única, gracias a la tremenda superioridad que hasta ahora ha exhibido el RB7. Vettel acumula nueve victorias, y de ganar las cuatro citas que aún deben celebrarse, igualaría las 13 de Michael Schumacher, en 2004 y con Ferrari. Baby Schumi, por lo demás, suma ya 12 'poles', y se encuentra a solo dos del récord que Nigel Mansell logró en 1992 (14), el año en que arrasó al volante de un Williams.

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El caso opuesto al de Vettel es el de Fernando Alonso. En Suzuka, el asturiano asistió al alirón de Red Bull y, además, es plenamente consciente de las limitaciones que en estos momentos demuestra Ferrari, colocado en la tercera posición de la clasificación de constructores, en tierra de nadie; con un margen considerable (169 puntos) sobre Mercedes pero demasiado lejos (96 puntos) de McLaren. Ante una escena tan poco motivadora como la que se le presenta al español desde mañana mismo y hasta que cruce la línea de meta del Gran Premio de Brasil (27 de noviembre), Alonso se ha propuesto volver a sus orígenes, a aquella época en la que solo pilotaba por diversión, por tratar de buscarle el límite al aparato que condujera. Y, claro está, que cuando uno se encuentra en esa coyuntura arriesga mucho más.

"Me gustaría ganar una carrera aunque tanto yo como el equipo sabemos que es difícil. Voy a tratar de disfrutar corriendo, sin ningún tipo de presión por el campeonato. Tal y como yo lo veo, una vez que ya no puedes ser campeón poco importa terminar el segundo en el Mundial de pilotos o hacerlo el quinto", ha considerado Alonso esta misma tarde, ya en el circuito de Yeongam. "Además, estamos lejos de McLaren en la clasificación de constructores. Ahora hay que disfrutar. En nuestro caso, si puedes arriesgar en la salida y conseguimos maximizar el rendimiento del coche somos conscientes de que el podio es posible. Y si tenemos alguna posibilidad de ganar iremos a por ella", ha concluido el ovetense.

Alonso, junto a Vettel, durante la rueda de prensa.
Alonso, junto a Vettel, durante la rueda de prensa.DIEGO AZUBEL (EFE)

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