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Los muelles del Congo

Ibaka, con mejor media taponadora que los hermanos Gasol, "cambia los partidos desde la defensa"

Serge Ibaka cumplió 22 años el pasado 18 de septiembre. Fue un aniversario muy especial, porque ese día España jugaba la final del Eurobasket contra Francia, en Lituania, y una de sus hermanas y su mejor amigo habían viajado desde El Congo para verle y estaban en la grada. Ibaka, que participaba en su primera competición con la camiseta española después de nacionalizarse, lo celebró con cinco vuelos supersónicos, cinco tapones casi consecutivos en el segundo cuarto que sepultaron a los jugadores franceses. Fueron cinco víctimas diferentes (De Colo, Seraphine, Batum, Parker y Noah). En todas las acciones, Ibaka se impulsó con tal brutalidad desde el parqué que incluso llegó a tocar el tablero con la cabeza. España ganó el oro, e Ibaka vivió su cumpleaños más feliz.

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Los 10 tapones que anoche colocó a Dallas con la camiseta de Oklahoma, su mejor registro en la NBA, son su inconfundible tarjeta de presentación. No en vano Ibaka fue el mejor taponador de la pasada Liga, con 198 bloqueos, cinco más que JaVale McGee, de Washinton, que es líder este curso en la estadística con 66 tapones, por los 48 en 20 encuentros que lleva el español. También Marc Gasol acumula 48, por los 43, por ejemplo, de Dwight Howard, y los 27, muy por debajo, de Pau Gasol. El promedio de Ibaka es idéntico al de la campaña anterior. Pone 2,4 tapones por noche, igual que Marc en Memphis.

La exuberancia física y la juventud de Ibaka son agua bendita para la selección española. Representan un recambio perfecto para la potencia de Marc y un complemento para la agilidad y la visión de juego de Pau. Durante su trayectoria en la NBA, Ibaka promedia dos tapones por partido, por los 1,7 de Pau y los 1,5 de Marc. El pívot de Memphis completó el curso pasado su mejor registro, con 136 bloqueos en total, mientras que el mejor año de Pau fue curiosamente el de su debut en la NBA, en 2001 con Memphis, cuando todavía era un jugador desconocido para sus rivales y acumuló 169 tapones.

"Sus 10 tapones son una maravilla", explica Juan Antonio Orenga, ayudante de Sergio Scariolo en la selección española. "Si algo le diferencia de todos, son esos saltos. Ibaka tiene una cualidad única: es un jugador capaz de cambiar los partidos a partir de acciones defensivas. Puede meter 10 puntos, también, pero en defensa es increíble". Orenga recuerda perfectamente los cinco tapones a Francia en la final del Europeo. "Utilizamos esas imágenes para preparar los dvds sobre los pívots. En algunas acciones casi se da con la cabeza en el aro... Ahora está brillando de nuevo en la NBA. Le ha costado coger el ritmo, después del paso por Europa en el cierre patronal y el cambio de los sistemas tácticos y el tipo de juego, pero ha vuelto. Jugar al lado de Kevin Durant, que acapara toda la atención, le permite hacer tiros abiertos. Y físicamente, claro, es un privilegiado. No solo eso, sino que para él no hay ningún momento de descanso. Siempre quiere trabajar, más y más y más", analiza Orenga.

Ibaka tiene muelles en las piernas. Los fortaleció durante su infancia en Brazzaville, la capital del Congo, donde vivía con sus 17 hermanos. Entonces se levantaba a las cinco de la mañana para subir y bajar una colina, "millones de veces" y fortalecer su cuerpo y su alma. Perseguía seguir los pasos de sus padres, que fueron jugadores internacionales de baloncesto. Y lo ha conseguido. Hoy es un taponador supremo, y un jugador completo (el inmenso Manute Bol, que medía 2,31m, acabó su trayectoria con más tapones, 2.086, que puntos, 1.599, en la NBA). España celebra cada uno de sus vuelos.

Gasol e Ibaka pugnan en un salto por el balón.
Gasol e Ibaka pugnan en un salto por el balón.RONALD MARTÍNEZ (GETTY)

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