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El secuestro del teniente general Villaescusa

Primer comunicado escrito, dirigido a EL PAIS

A las nueve y cuarto de la noche, un comunicante telefónico anunció a un redactor de EL PAIS pertenecer a los GRAPO y poseer información en torno al secuestro del teníente general Villaescusa Quilis. El diálogo fue el siguiente:-¿Redacción de EL PAIS?

-Sí, dígame.

-Pertenezco a los GRAPO. Hay una nota para ustedes en el bar Carrión, en el número 26 de la avenida de Aragón.

-¿Dónde exactamente?

-En el lavabo, debajo de una bombona de gas, alargada, de color oscuro.

-¿Puede decir algo en torno al secuestro de esta mañana?

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-En la nota encontrarán ustedes toda suerte de explicaciones.

Por la tarde los Grupos de Resistencia Antifascista Primero de Octubre (GRAPO) anticipaban la reivindicación del secuestro, mediante una llamada dirigida a Diario 16 en la que el anónimo comunicante se identificó como miembro de los G RAPO y seguidamente aseguró: «Tenemos en nuestro poder al general Villaescusa.» A continuación, colgó el teléfono.

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Según Cifra, inmediatamente Diario 16 puso en conocimiento de la policía la llamada y se iniciaron las gestiones oportunas para verificar la autenticidad de la comunicación telefónica.

Por otra parte, la agencia citada y Europa Press daban cuenta de la posible identificación de uno de los secuestradores, un hombre joven con una cicatriz en un ojo, que pudiera ser Luis Alvarez Fernández, presunto miembro de los GRAPO. El portero del edificio donde vive el militar secuestrado, al serle mostrada una serie de fotografías de sospechosos, dijo sin dudar: Este es, éste es, ante la imagen de Luis Alvarez, uno de los supuestos miembros de los GRAPO a quien se atribuye también el secuestro del señor Oriol.

El empleado citado añadió que dicho individuo había estado merodeando en los últimos días por las inmediaciones de la casa, e incluso en una ocasión preguntó si vivía allí el teniente general Villaescusa.

Asimismo, parece ser que un transeunte que pasaba por la calle doce de Octubre, cerca del lugar del secuestro, observó cómo unos individuos trasladaban a una persona desde un Mercedes a otro automóvil del que no se ha podido obtener la matrícula ni las características.

Uno de los coches Seat utilizados por los secuestradores es, según Cifra, matrícula M-67674 y propiedad de Evelio Pedraza Pedraza, a quien le había sido robado.

Una de las mayores preocupaciones de la familia del teniente general Villaescusa es su estado de salud, ya que últimamente había sufrido dos infartos de miocardio. Con objeto de evitar en lo posible que la vida del secuestrado sufra mayores peligros, los médicos que le atienden normalmenle han manifestado la conveniencia de que deje de tomar la medicación general y disminuya el tratamiento de un fármaco denominado Sindrón (anticoagulante), así como que debe continuarutilizando el específico Peritrate (vasodilatador coronario) y en caso de emergencia que se le suministre Cafinitrina.

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