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Cinco premios a una misma trayectoria

Las cinco ediciones del Premio Ortega y Gasset tienen como denominador común el reconocimiento al trabajo de investigación en periodismo. En todos los casos el jurado ha valorado el esfuerzo de los profesionales por huir de la rutina y su dedicación a desarrollar nuevas técnicas o vías de innovación, tal como precisan las bases de la concocatoria.

Los argentinos Óscar Raúl Cardoso, Ricardo Kirschbaum y Eduardo van der Kooy, periodistas del diario bonaerense Clarín, fueron los primeros galardonados y los primeros en marcar la pauta del tipo de periodismo que el Premio Ortega y Gasset valora. Su trabajo premiado se fraguó en la madrugada del 2 de abril de 1982 cuando se produce la invasión argentina de las islas Malvinas. Desde que se inició el conflicto los reporteros fueron recabando relatos de testigos, acumulando informes reservados y experiencias personales en una labor que duró 11 meses y dieron forma 300 páginas, de las cuales la revista Semana publicó el 15 de septiembre de 1983 un extracto que fué el que ganó el I Premio Ortega y Gasset.

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Entregado el Premio Ortega y Gasset a los hermanos Cano de Colombia y al fotógrafo Angel Molina

El Iº recayó en los periodistas murcianos Joaquín García Cruz y José Luis Salanova Fernández, redactores de La Verdad, por otro trabajo de investigación que, por sus revelaciones sobre la gestión del primer presidente de la Comunidad Autónoma de Murcia, Andrés Hernández Ros, forzaron su dimisión y la del secretario general de Finanzas del PSOE murciano.

Otros dos periodistas españoles, esta vez de La Vanguardia de Barcelona, recibieron el premio correspondiente a la edición de 1986. Jordi Bordas y Eduardo Martín de Pozuelo habían realizado una ardua tarea de investigación tras la pista de la Mafia en España, que fraguaron en una serie de reportajes con el título genérico "Espada, cuartel general de la Mafia y sede del tráfico de heroína desde 1976 hasta el año pasado [1986]" en los que se anticipaba la conversión de España en un cruce de caminos para el tráfico internacional de drogas.

El juicio que durante estos días delimita las responsabilidades de unos policías por la desaparición de El Nani, tiene sus antecedentes en las revelaciones publicadas en Cambio 16 por José Díaz Herrera, Rafael Cid y Miguel Ángel Liso, miembros del equipo de investigación. Ellos pusieron al descubierto las actuaciones ¡legales de un grupo de funcionarios de las Fuerzas de Seguridad que hoy se encuentran en el banquillo. Ellos ganaron el 4º premio.

La quinta edición ha premiado dos trabajos diferenciados pero igualmente arriesgados. Uno, el desempeñado por los hermanos Guillermo y Fernando Cano al frente del periódico El Espectador de Bogotá por mantener la herencia de su padre Guillermo, asesinado por denunciar la institucionalicación de la corrupción del narcotráfico en Colombia. Otro, el de Ángel Martínez Colina fotógrafo que arriesgó su vida para captar la tensión de un conflicto que enfrentó en Reinosa a la Guardia Civil con unos trabajadores airados y temerosos de perder su empleo.

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