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GUERRA EN ORIENTE PRÓXIMO

El fantasma de la catástrofe ecológica

Si las acusaciones de Estados Unidos son ciertas, el petróleo que se está vertiendo en el golfo Pérsico procede del depósito más importante de Kuwait, el de Mina al Ahmadi, que tiene una capacidad de 6,5 millones de barriles de crudo.De continuar el vertido, el Golfo se encontrará ante una catástrofe ecológica que puede convertirse en la más grave de la historia. Las previsiones más pesimistas se desbordarían si Irak alimentase la terminal constantemente con el petróleo procedente de los pozos cercanos.

El accidente reciente más grave fue el del petrolero estadounidense Exxon Valdez en 1989 en aguas de Alaska y el derrame fue de sólo 240.000 barriles. En el mismo escenario de ahora, un ataque de Irak a Irán provocó en 1983 un vertido similar. Sin embargo, otros accidentes han revestido mucha mayor gravedad. En el golfo de México, en 1979 y 1980, una explosión de instalaciones petrolíferas provocó un vertido que llegó a estimarse en 10 millones de barriles de crudo. El Amoco Cádiz vertió en 1978 1,8 millones de barriles.

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Arde el crudo vertido en el Golfo

La posibilidad de que Irak prenda fuego al petróleo vertido como parte de su estrategia defensiva disminuiría en principio el impacto ambiental, pero para ello tendría que actuar rápidamente o alimentar constantemente la mancha, lo que agravaría el problema. Pasadas algunas horas, los elementos más volátiles del crudo se evaporan y los más pesados empiezan a hundirse o a formar grumos de alquitrán.

Estados Unidos ha pensado también en bombardear el petróleo para acelerar su dispersión mediante el fuego, pero tendría que ser una acción rápida, antes de que se disperse. Si, como se supone, el petróleo es crudo, sin refinar, su impacto ambiental es mayor que si se trata de subproductos como la gasolina o el fuel.

En todo caso, el petróleo vertido presenta un grave peligro para la pesca y también para las plantas de desalinización de agua que surten a las ciudades ribereñas de Kuwait y Arabia Saudí. "El 90% de la población depende de estas plantas", afirmó tras conocer la noticia un portavoz del grupo Amigos de la Tierra. "Los daños serán enormes", aseguró un representante la organización ecologista Greenpeace, quien recordó que al tratarse de un ecosistema cerrado y con aguas de poca profundidad, la dispersión será muy lenta.

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Un informe preparado con anterioridad al conflicto por el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) señala la fragilidad del ecosistema del Golfo, cuyos arrecifes de coral albergan una gran diversidad de especies animales y vegetales, algunas de ellas únicas en el mundo. La marea negra, además se ha dado en plena época de reproducción.

Un problema adicional y muy grave, igual que en el caso de los incendios de plataformas petrolíferas, es que la guerra impide la actuación de equipos contra la contaminación, señala el informe de la WWF.

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