Un comando `sorpresa'
Los expertos en lucha antiterroristas se enconiraron ayer con un comando de ETA que no tenían controlado, según se desprende de las primeras impresiones policiales. Con todo, la policía cree poder adjudicar al comando desarticulado una larga decena de acciones perpetradas en los últimos años en Vizcaya. El gobernador civil de la provincia, Daniel Vega, evitó ayer pronunciarse sobre la posible conexión de este grupo con el comando Vi7caya, desmantelado por la Ertzaintza en agosto último tras un tiroteo que costó la vida a un activista y a un policía autonómico.En concreto, la policía atribuye al comando Txalaparta de la organización terrorista el atentado con bicicleta bomba que acabó con la vida del policía Ignacio Pérez Alvarez, realizado el 30 de enero del año 1990. Asimismo, fuentes policiales indicaron que el atentado con bomba que destrozó el bar Miami de San Ignacio (Bilbao) en junio del pasado año fue realizado por los integrantes de este grupo.La policía atribuye al comando varios atentados con explosivos contra miembros de la Guardia Civil y del Cuerpo Nacional de Policía, así como contra concesionarios de marcas francesas. Finalmente, la policía adjudica al grupo la colocación de artefactos en la línea férrea a su paso por Logroño y la de un tiesto-bomba, que estalló fortuitamente. El etarra muerto al manipular el artefacto, Francisco Javier Goltia Elorduy, tenía 28 años de edad y era vecino de Gernika. El herido, Oscar Abad Palacios, es natural de Bilbao y tiene 20 años. La tercer inteji-ante del comando Txalaparta, Nagore Múgica Alvarez, que se dio a la fuga tras la explosión, es prima de María Aranguren Múgica una de los once miembros de ETA que fueron deportados por las autoridades francesas a la isla de Yeu en abril de 1976. Asimismo, esta etarra de 25 años y natural de Bilbao era prima del miembro de ETA Juan Antonio Aranguren, alias Iharra, abatido por la policía española cuando intentaba atravesar la frontera en septiembre de 1972.
