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Historia en imágenes

Las exposiciones se centran en una amplia mirada hacia el pasado

Las exposiciones son uno de los platos fuertes de la programación prevista para Lisboa 94. En la imposibilidad de dar el menú completo y el calendario preciso de todas, éste es la previsión de las exposiciones que podrían merecer el viaje a Lisboa o de no perdérselas para quien esté en Portugal cuando se realicen. Lisboa subterránea, en el Museo de Arqueología (un ala del monasterio de los Jerónimos, en Belem), inaugurará en febrero la serie de grandes exposiciones históricas que se sucederán a lo largo del año.Lisboa subterránea reúne objetos y documentos reconstruyen parte de la historia ya invisible de esta capital, desde la prehistoria hasta el incendio de 1755. Un recorrido que no deja de lado los dinosaurios (que dejaron muchas huellas en la región) y recoge restos del Medievo (la catedral, el hospital de Todos los Santos), pasando por los romanos (teatro romano) y muchos tesoros encontrados en el fondo del mar.

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Un siglo de arte del fuego, en el Museo del Azulejo (convento de la Madre de Deus); Escultura angoleña (en el Museo de Etnología, que reabre después de años de práctica inactividad); Los clásicos en Lisboa, en el Museo del Teatro (palacio del Montero-Mor), y la obra del pintor Carlos Botelho, en el Museo de la Ciudad (palacio Galveias), completan esta apertura.

En marzo, el Museo de Arte Antiguo reabre completamente renovado y con cuatro grandes áreas de exposiciones que permiten articular la exhibición permanente de las obras maestras del fondo con exposiciones temporales, temáticas o dedicadas más específicamente a una obra, una época o un arte. Se exhibirá una valiosa colección ya que las artes decorativas, durante mucho tiempo consideradas menores, como la orfebrería y el mobiliario, tuvieron una importancia particular en las colecciones de Portugal.

El Centro Cultural de Belem, inaugurado en 1993 y que hay que visitar sin falta para ver una obra soberbia de arquitectura moderna, que descubre desde sus terrazas nuevas perspectivas sobre el Tajo, presentará una muestra sobre Arte francés contemporáneo. Mientras que en el novísimo Museo del Chiado, reconstruido después del tremendo incendio de hace cinco años, se podrá ver El sublime, una muestra de cómo artistas de las más variadas épocas y latitudes trataron el tema de la grandeza y de la gloria. Y el Museo del Traje (palacio del Montero-Mor) reunirá a su vez la mayor colección de trajes populares portugueses.

En abril, El color de la revolución, en el Jardín del Tabaco, reunirá la iconografía inspirada en la Revolución de los Claveles, del 25 de abril de 1974: carteles, murales, cuadros y publicaciones varias.

En mayo tendrá lugar, en el Museo de Arte Antiguo, lo que será tal vez el acontecimiento del año: la exposición Las tentaciones de Bosch o el eterno retorno. A partir de Las tentaciones de San Antón, una de las obras menos conocidas del genial flamenco -en Portugal desde el siglo XVII-, surgió la idea de reunir por primera vez la obras maestras de la pintura fantástica y surrealista (Arcimboldo, Goya, Rousseau, Dalí, Magritte, Picabia) dispersas en museos y colecciones del mundo entero.

En el Museo del Chiado estará la colección Flowers, una serie de imágenes tomadas por el fotógrafo inglés E. Flowers en Lisboa entre 1845 y 1855. El Museo de la Música (metro Alto-dos-Mohinos) presentará, por primera vez después de 30 años, la mayor colección de instrumentos musicales del mundo.

Julio será el mes del fado, con la primera gran exposición dedicada a este emblema de la cultura popular lisboeta en el Museo de Etnología (convento de los Jerónimos, Belem), con un repaso a los orígenes, temas e instrumentos que lo inspiraron, y un recorrido obligado a las principales casas de fado del Barrio Alto, Alfama o Morería.

En septiembre, el Centro Cultural de Belem funcionará como una especie de feria de nuestras que se llamará Pasado mañana y reunirá obras de artistas portugueses y extranjeros contemporáneos creadas especialmente para Lisboa 94.

En la Caixa Geral de Depósitos habrá una retrospectiva de los lo últimos años de uno de los grandes pintores portugueses de la actualidad, Julio Pomar, con el título de Paraísos y otras historias.

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