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LA LUCHA CONTRA ETA

Interior adelantó la operación contra el 'comando Vizcaya' ante el temor de un "atentado inminente"

Los etarras Gaztelumendi y Bustinza dispararon contra la Guardia Civil antes de ser abatidos

Salvador Gaztelumendi y José Miguel Bustinza, los dos terroristas del comando Vizcaya de ETA abatidos a tiros por la Guardia Civil en la madrugada del miércoles en Bílbao, tenían tras de sí el rastro sangriento de 11 atentados, todos ellos cometidos este año. Interior les atribuye, entre otros crímenes, los asesinatos de tres policías y dos guardias civiles. El coche utilizado en uno de estos asesinatos -el del guardia José Manuel García Hernández, el 3 de mayo en Ziérbana- fue la pista clave que condujo a la desarticulación del núcleo del comando. En la madrugada del miércoles, tras 15 días de seguimiento y ante la sospecha de un atentado inminente, Interior adelantó la operación. La Guardia Civil practicó ayer 12 detenciones y encontró un auténtico arsenal.

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El dispositivo de seguimiento de un Renault 19 gris metalizado matrícula de Bilbao 7756 BG dio resultado la madrugada de ayer. Guardias civiles de élite adscritos a la lucha antiterrorista trataron de identificar a Salvador Gaztelumendi Gil, el jefe del comando, y a su acompañante, José Miguel Bustinza. Los etarras desenfundaron sus armas y dispararon. Los agentes los abatieron a tiros. El ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, aseguró ayer que la operación de captura se adelantó -y por tanto hubo de efectuarse en la calle y por agentes de uniforme- ante la sospecha "de un atentado inminente". "El contemplar la hipótesis", dijo el ministro, "de un atentado muy pronto y la dificultad de volver a localizar a los dos miembros juntos hizo que en ese momento la Unidad Especial de Intervención de la Guardia Civil tomara esa decisión".El Renault 19 estaba aparcado entre un bar y un solar situado en el número 3 de la calle Amistad, en pleno centro de la ciudad. Pese a que en otros atentados realizados por este grupo los terroristas habían destruido o abandonado el vehículo utilizado para escapar, en el asesinato del guardia civil de Ziérbana la policía no pudo encontrar vehículo alguno. Sin embargo, testigos presenciales de los hechos aseguraron que los terroristas abandonaron el lugar precipitadamente a bordo de un Renault 19 de color gris. Para entonces, la policía ya sospechaba que el reestructurado comando Vizcaya tenía que contar con varios pisos de seguridad y alguna lonja para esconder los vehículos utilizados en los atentados y para preparar coches bomba.

Vehículo localizado

Hace unos 15 días, el instituto armado localizó el vehículo y procedió al seguimiento de la persona que lo conducía para intentar localizar tanto la lonja como alguno de los pisos utilizados por el grupo terrorista. Como consecuencia de las pesquisas, la Guardia Civil pudo controlar los diversos contactos persona les que se iban produciendo entre activistas y laguntzailes (colaboradores). Estos encuentros confirmaron también que la persona abatida junto a Gaztelumendi -Bustinza, al que no se logró identificar hasta la tarde de ayer- era también un liberado (a sueldo) del comando.La Guardia Civil ha ejecutado la operación en solitario, aunque el jefe superior de Policía de Bilbao, Juan Carretero, fue informado de que estaba en marcha una acción antiterrorista relacionada con el comando Vizcaya, sin especificar mucho más. Los servicios de información franceses también conocían que la Guardia Civil estaba trabajando en algo importante.

Una vez realizados los seguimientos y ante la posibilidad de que los terroristas estuviesen preparando un atentado para los próximos días, el responsable del operativo ordenó en la madrugada de ayer a la Unidad Especial de Intervención que realizara una maniobra de aproximación e identificara a los dos activistas. Los agentes localizaron a los miembros de ETA en el interior de un bar, en la calle Amistad, a muy pocos metros del vehículo que había servido de guía de la operación. Los miembros del instituto armado esperaron a que Gaztelumendi y su acompañante abandonaran, pasadas las doce de la noche, el local para comprobar si se dirigían hacia el Renault 19. Fue entonces cuando se produjo el tiroteo.

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Interior atribuye 11 atentados a este "núcleo esencial" -en palabras de Mayor Oreja- del comando Vizcaya de ETA desarticulado ayer. Todos fueron cometidos durante 1997 y en la provincia de Vizcaya. El 5 de enero, el grupo terrorista colocó una bomba en los bajos del vehículo particular de un agente del Cuerpo Nacional de Policía en el barrio de Uribarri, en Bilbao. El 21 de enero se le atribuye un atentado cometido mediante la explosión de una bomba en el repetidor de la compañía Telefónica en el monte Gorbea Chiki, de Ubidea. El 17 de febrero, los terroristas mataron al policía Modesto Rico Pasarín en el barrio de Santutxu de Bilbao, al estallar una bomba colocada dentro de su coche. El 28 de febrero, el comando Vizcaya colocó un coche-bomba en el barrio bilbaíno de Uribarri que estalló al paso de una patrulla de la Guardia Civil.

El 24 de abril se le atribuye el asesinato a tiros del inspector del Cuerpo Nacional de Policía Luis Andrés Samperio en el barrio bilbaíno de Deusto. El 3 de mayo asesinaron al guardia civil José Manuel García Fernández, en Ziérbana, que fue tiroteado en un bar. El 10 de junio los terroristas hirieron al militante socialista Javier Pérez Aja, también al ser tiroteado en Bilbao.

Atentado frustrado

El 14 de junio colocaron un coche-bomba en la calle Zubiondo de Algorta. El 10 de julio se les imputa el lanzamiento de granadas contra la refinería Petronor de Somorrostro. El 23 de agosto protagonizaron un atentado frustrado mediante el lanzamiento de granadas contra el Gobierno Militar de Bilbao. La última acción de ETA también corresponde al comando Vizcaya. El 5 de septiembre asesinó al policía Daniel Villar Enciso tras hacer estallar una bomba colocada dentro de su automóvil.El golpe asestado por la Guardia Civil al comando Vizcaya, sin duda el más sanguinario de ETA en los últimos meses, ha sido contundente. Además de los dos terroristas muertos, seis hombres y seis mujeres fueron detenidos a lo largo de la jornada de ayer en la capital vizcaína, Basauri y Galdakao acusados de colaboración con el citado comando. Las investigaciones desembocaron en el descubrimiento de un importante depósito de armas de ETA en un garaje del barrio bilbaíno de Zorroza. No obstante, y pese a lo amplio de la operación, Jesús Martín Hernando, el liberado (a sueldo) compañero de Salvador Gaztelumendi y del segundo etarra muerto, continúa en libertad. Los detenidos permanecerán bajo custodia de la Guardia Civil, que en la noche de ayer todavía no había cerrado la operación, hasta que sean puestos a disposición del juez Baltasar Garzón, que es quien dictó las órdenes de detención.

Mayor Oreja hizo hincapié anoche en que, gracias a la operación, la sociedad española y la vasca especialmente -puesto que el comando actuaba en Vizcaya- "pueden respirar algo más tranquilas, porque la pesadilla que supone un comando terrorista de estas características produce una inmensa preocupación". El ministro del Interior realizó un encendido elogio de la labor de la Guardia Civil y recordó que que este cuerpo ha podido llegar hasta el comando gracias a un "trabajo sistemático" de sus servicios de información.

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