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CUENTA ATRÁS EN KOSOVO

"¿Dónde está ahora la OTAN para ayudaros?"

Soldados y policías serbios intimidan y matan a civiles kosovares en la zona dominada por los separatistas

Fuerzas especiales del Ejército yugoslavo detuvieron y ejecutaron el sábado a diez personas en una operación de búsqueda y captura de simpatizantes de la guerrilla kosovar. Estas ejecuciones son algunas de las numerosas muestras visibles durante el fin de semana de la ofensiva del Gobierno de Belgrado en el centro de Kosovo.El objetivo prioritario de las fuerzas serbias del Ejército y del Ministerio del Interior -incluidas unidades especiales en uniformes blancos con pasamontañas de color negro- es, en apariencia, expulsar al Ejército de Liberación de Kosovo (ELK) y a sus simpatizantes de la región de Drenica. Pero no está claro si la acción es el preámbulo de una ofensiva más amplia en todo Kosovo o una acción limitada contra las posiciones en las que el ELK es más fuerte.

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Según el relato de tres testigos presenciales, unidades serbias detuvieron en Srbica, ciudad de 20.000 habitantes, a Alí Gashi, de 54 años, sus cuatro hijos -dos de ellos, mellizos de 18 años de edad- y tres vecinos más: Ramiz Geci, de 30 años; Januz Kaleci, de 60, y su hijo.

Hacia las 9.30 de la mañana,los soldados llevaron, a punta de pistola, a los ocho detenidos a una colina que domina la población. Allí, en un barranco, los detenidos, con las manos entrelazadas en la cabeza, esperaron durante 20 minutos a que las tropas especiales concluyeran una discusión sobre su destino. Después, cinco soldados serbios se acercaron al barranco, apuntaron sus armas hacia abajo, contra los ocho, y dispararon.

Los mismos testigos aseguraron que, poco después, soldados de una unidad del Ministerio del Interior con guantes quirúrgicos se llevaron los cuerpos. El domingo, aún se podían ver charcos de sangre y fragmentos de cráneo entre el barro y las hojas, además de un guante usado y abandonado. Una mujer gritaba: "¡Jamás olvidaré lo que he visto!". Otro testigo movía la cabeza mientras decía: "Yo conocía a todos estos".

Los soldados habían empezado a registrar casas el sábado por la mañana. Los ocho que fueron ejecutados tenían calendarios del ELK en sus casas y esto podría haber sido la razón de los fusilamientos. Otras personas cuyas casas fueron registradas contaron que los soldados les habían preguntado si se habían reunido con dirigentes guerrilleros. La policía serbia acusaba a los jóvenes kosovares que vestían pantalones vaqueros negros con bolsillos en la pernera de llevar el uniforme de combate del ELK.

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Otros testigos relataron la ejecución, también el sábado, de Muhamed Fazlia, de 29 años, y su primo, Musli Fazlia, en una granja cercana. Las fuerzas especiales derribaron a patadas la puerta de una casa y encontraron a los dos kosovares, que se habían escondido en la vivienda de unos familiares huidos a Srbica. Según tres testigos, los hombres recibieron un disparo en la cabeza mientras estaban con las manos levantadas. La vivienda fue saqueada.

En otra casa cercana en la que también destrozaron muebles y electrodomésticos, dos soldados con pasamontañas hicieron salir a una mujer que estaba dentro. "¿Dónde están los hombres?", "¿dónde están los terroristas?", preguntaron, según testigos. Después, pusieron una pistola al lado de su cabeza y dispararon al aire. De otros relatos de habitantes de la zona queda claro hasta qué punto la retórica del Gobierno de Belgrado contra la OTAN ha penetrado hasta las filas más bajas de los soldados serbios. Un muchacho de 16 años del pueblo de Lausa, destruido por los combates, y otro de 18 años que huyó desde Srbica a Mitrovica el domingo, dijeron que habían sido detenidos y golpeados por las tropas en la comisaría de policía de Srbica. Según los chicos, los soldados se burlaban de ellos: "¿Dónde está la OTAN ahora para ayudaros? ¿Dónde están vuestros observadores internacionales?".

Los chicos, parte de unos 200 detenidos en Srbica, dijeron también que los soldados maldijeron al presidente Bill Clinton. Un dirigente del ELK añadió otros testimonios de lo que los soldados serbios decían a los civiles que han abandonado la zona: "¡Marchaos a Albania y que los americanos cuiden de vosotros!". En Srbica, una niña de 13 años que vio a su hermano y a su madre recibir golpes de los soldados dijo que a ella le amenazaron con "destrozarla" y "quemarla de arriba a abajo".

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