12 personas han sobrevivido a atentados de la banda
José Ramón Recalde no es el primera persona que en los últimos meses salva la vida tras haber sido objetivo directo de un atentado de ETA. Al comenzar el año, el 3 de enero, dos integrantes de una patrulla de la Guardia Civil salvaban la vida gracias a una acción fortuita de la policía, que evitó que explotara en Bilbao un coche bomba con 20 kilos de explosivos.A seis días de las elecciones generales del 12 de marzo, ETA lo intentaba de nuevo con un coche bomba que estalló al paso de una patrulla de la Guardia Civil que se dirigía al cuartel de Intxaurrondo, en San Sebastián. El blindaje del vehículo salvó la vida de los dos guardias que lo ocupaban. La banda enviaba poco después un paquete bomba al periodista de RNE Carlos Herrera, que no llegó a explotar por un fallo técnico.
El 25 de junio estallaba en Las Arenas (Guetxo, Vizcaya) otro coche bomba sin provocar víctimas y el 7 de julio salvaba la vida el empresario del Goierri Juan Bautista Rubio, en Ordizia (Guipúzcoa). Los detonadores de la bomba lapa adosada a su furgoneta, en la que acababa de montarse su hija de 26 años del industrial, fallaban.
El estallido de dos bombas en oficinas de la Caja Vital casi coincidieron en el tiempo con los intentos de asesinato de la senadora del PP Pilar Arresti (el 24 en Neguri) y del edil popular Agustín Ramos (el 26 en Durango). ETA tampoco logró cobrarse una segunda víctima en Málaga, al fallar el detonador de la lapa adosada al coche del diputado y secretario provincial del PSOE, José Asenjo.
