Los sindicatos critican que Aznar 'desprecie y entierre' el diálogo social con un 'decretazo'

El Gobierno aprobó ayer, a juicio de los sindicatos, una reforma laboral 'inútil, regresiva, lesiva y perjudicial'. Inútil, mantienen, porque no reducirá la precariedad en el empleo e injusta para quienes se vean abocados a las nuevas formas de contratación aprobadas ayer. Lo hizo, según UGT y CC OO, 'en interés de parte', y por eso interfirió en la negociación hasta pincharla.

Los sindicatos hicieron ayer a Aznar responsable directo de que el Gobierno haya optado por el 'decretazo', pues 'el presidente se ofreció como garante directo del diálogo social'. Por eso, le exigieron que 'dé explicaciones a la sociedad' y le reclamaron una reunión urgente con los líderes de ambas centrales. Los secretarios de acción sindical de Comisiones y UGT, Fernando Puig y Antonio Ferrer, que condujeron durante estos meses el intento de negociación con la patronal, consideraron ayer más urgente pedir explicaciones al Gobierno que hablar de posibles movilizaciones en contra del decreto. 'Queremos que alguien nos lo explique', dijeron.

PSOE e IU también reclamarán explicaciones al Ejecutivo y a su presidente en la sesión de control al Gobierno de los miércoles en el Congreso de los Diputados. Gaspar Llamazares, coordinador de IU, preguntará a Aznar 'por qué va a imponer la reforma al margen del acuerdo'. El PSOE inquirirá sobre si el Gobierno 'ha hecho todo lo posible por conseguir el pacto'.

Ambos piensan que no. Llamazares cree que 'con la mayoría absoluta a Aznar se le ha caído la careta' y ya no intenta exhibir 'la imagen dialogante y de centro' de la anterior legislatura. Jordi Sevilla, responsable de Economía de la dirección socialista, añade que 'la mayoría absoluta se le ha subido a la cabeza y ha abandonado la política de consensos' que el PSOE cree en 'el haber' del primer Gobierno del PP.

PSOE e IU coinciden también con los sindicatos en que el Gobierno ha puesto piedras para impedir que el diálogo social llegara a buen puerto y ha legislado después según el criterio de la patronal. Y los dos censuran que el Ejecutivo opte por el decreto y 'desprecie al Parlamento'.

La patronal CEOE, entretanto, optó ayer por anunciar que estudiará la reforma en los próximos días y aplazó su valoración hasta 'los primeros días de la próxima semana'. En esos mismos días, UGT y CC OO analizarán qué movilizaciones pueden promover en rechazo de un real decreto de reforma laboral que el Ejecutivo les remitió por la tarde.

Hicieron así su primer análisis de las medidas concretas del decreto prácticamente con la rueda de prensa televisada tras el Consejo de Ministros. A la espera de un estudio más pormenorizado, dijeron que son medidas 'inútiles' si lo que pretenden es 'limitar la contratación temporal': 'Ni van a limitar la utilización abusiva de la contratación temporal ni van a eliminar el encadenamiento fraudulento de sucesivos contratos temporales'. Consideraron 'irrisoria' la indemnización de ocho días por año trabajado con contrato eventual porque, con los salarios medios de esos empleados, estamos hablando de 88 pesetas por día.

Las principales críticas de las centrales se dirigieron a la reforma del contrato a tiempo parcial. Consideran que rompe un acuerdo de 1998 y sólo busca 'satisfacer la demanda empresarial de una mayor discrecionalidad sobre el trabajador'. Según UGT y CC OO, 'la flexibilización de la distribución de la jornada' será una nueva fuente de inseguridad e irá en contra del colectivo para el que estaban pensados estos contratos: mujeres y jóvenes estudiantes. Al perder la certeza de cómo se distribuye su jornada y quedar a la total disponibilidad del empresario, estos trabajadores no podrán compatibilizar ese empleo a tiempo parcial con sus estudios o sus responsabilidades familiares.