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LA OFENSIVA TERRORISTA

Interior cree que ETA dispone de 'cierta infraestructura' en Zaragoza

La banda terrorista ya ha asesinado al menos a 16 personas en Aragón desde 1987

Jorge A. Rodríguez

Aragón ha sido una de las comunidades donde más se ha ensañado ETA. Con el asesinato de Manuel Giménez Abad son ya 16 crímenes. En 1987 mató a 13 personas, 11 en la casa cuartel de la Guardia Civil en Zaragoza. Cinco eran niños de tres a 12 años. Jamás se ha probado que la organización terrorista fuese autora del incendio del hotel Corona de Aragón, en julio de 1979, con 71 muertos. Pero sí está claro que ETA atentó el 10 de abril de 1989 contra la Escuela Militar de Alta Montaña de Jaca (Huesca). Una carta bomba amputó los dedos de ambas manos al sargento Joaquín Bordonaba. Entre 1989 y 1995 los terroristas colocaron varios artefactos, pero sin consecuencias.

En Huesca la banda intentó volar en diciembre de 1993 el cuartel de la Guardia Civil de Ayerbe y en agosto de 1997 atentó contra el cuartel de Sallent de Gállego, sin consecuencias. Volvió a esa localidad el pasado verano. Mató con una bomba a los guardias civiles Irene Fernández y José Ángel de Jesús.

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También es amplio el historial criminal de ETA durante las campañas o precampañas electorales, siempre en función de su particular percepción de la "conveniencia política" de sus asesinatos. Todas las generales han estado manchadas de sangre. En las últimas, ETA mató al socialista Fernando Buesa y su escolta Jorge Díez. En las de 1996 mató a Fernando Múgica y a Francisco Tomás y Valiente.

De los seis comicios vascos celebrados sólo los de octubre de 1998 se libraron de atentados, gracias al alto el fuego. ETA ya había saludado las primeras autonómicas, en 1980, con el asesinato del coronel Eugenio Saracíbar, en San Sebastián. Tres días antes de que se abriesen las urnas para las segundas, el 23 de febrero de 1984, ETA asesinó al senador socialista Enrique Casas, y antes de las de 1986 mató, el 2 de noviembre, al ertzaina Genaro García. A cinco días de que arrancasen las caravanas en las autonómicas de 1990, mató a Carlos Arberas, de 43 años, dueño de un bar en Plentzia (Vizcaya).

Tampoco ETA mató a nadie en los comicios vascos de octubre de 1994, pero sólo porque fracasó el sexto intento contra el ex consejero de Interior Juan María Atutxa, según confesó un miembro del comando Vizcaya tras su desarticulación. El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, había aventurado días antes de los comicos que ETA no había asesinado a nadie en la campaña para favorecer a HB. Y en mayo, en vísperas de las europeas, cuando la banda puso dos bombas, Arzalluz interpretó: "Así pide ETA el voto para HB".

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La Dirección General de la Policía facilitó ayer un teléfono, el 976434163, para recabar información sobre el atentado.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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