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Un complejo proceso de elaboración

El aceite de orujo es un producto alimentario obtenido del orujo graso, un subproducto de la aceituna tras haberse extraído el aceite de oliva. Oficialmente, la producción de aceite de orujo supone el 8% de la producción de aceite de oliva. En las últimas campañas, la producción de orujo ha oscilado entre las 70.000 y las 90.000 toneladas, frente a una demanda media de solamente unas 60.000 toneladas. El consumo de aceite de oliva en el mercado interior es de unas 540.000 toneladas. En España funcionan unas 60 extractoras de aceite de orujo que comercializan la mayor parte de su producción en el mercado interior y solamente unas 10.000 toneladas en el exterior, muy especialmente en los países del Este. El aceite de orujo se utiliza fundamentalmente para frituras y no para ensaladas o consumo en fresco.

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El precio de un litro de orujo en España para la venta al público se halla entorno a las 250 pesetas litro, frente a una media de 320 pesetas para el aceite de oliva, 400 pesetas para un aceite virgen de oliva y 110 pesetas para un aceite de girasol.

Para la obtención del aceite de orujo, las extractoras adquieren el orujo graso en las almazaras olivareras, una vez que las mismas han extraído el aceite de oliva virgen. El enorme volumen del orujo graso y la imposibilidad de su transformación inmediata lleva a las extractoras a almacenar este producto en grandes balsas, donde van sacando materia prima para su secado mediante calor. En el proceso de combustión de esa materia prima para su secado se produce el benzopireno. Posteriormente, una vez seca la masa, por medio de disolventes alimentarios, las extractoras obtienen el aceite de orujo de oliva, del que se elimina casi en su totalidad el benzopireno en el proceso de refinado. Finalmente, para su venta al consumidor, el aceite de orujo se encabeza con una parte pequeña de aceite de oliva virgen para mejorar sus cualidades organolépticas.

Según fuentes del sector, no existe una normativa por la que se regulen los porcentajes máximos de benzopireno en el orujo.Tradicionalmente, esos porcentajes se han situado entre 25 y 30 partes por cada 1.000 millones. En algunos países comunitarios, como Alemania, se exige que la participación sea solamente de una parte por mil millones.

Aplicando las mismas normas que las alemanas, semanas pasadas, las autoridades de la República Checa dieron instrucciones para la retirada de todo el aceite de orujo español que se hallara por encima de una parte por mil millones, medida que afectó, entre otras, a las marcas Carrión y Monterreal.

En España, a la vista de lo sucedido en la República Checa, los industriales ya estaban trabajando en las últimas fechas para rebajar ese porcentaje de benzopireno en el aceite de orujo, proceso que esperaban culminar en las próximas semanas, sin que se hubiera declarado la alerta alimentaria por parte del Ministerio de Sanidad y Consumo.

Fuentes del sector de los extractores estiman que el benzopireno en los porcentajes que se encontraban en la composición de un litro de aceite de orujo no eran peligrosos para la salud. En los mismos medios se indica que un cigarillo contiene 100 partes de benzopireno por mil millones.

Los industriales negociaron ayer con la gran distribución la retirada de la totalidad del aceite de orujo de los establecimientos para llevar la tranquilidad al consumidor y reponer el mismo con un aceite con sólo una parte de benzopireno por mil millones, algo para lo que los industriales, según fuentes del sector, se hallan preparados.

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