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El Inem retirará el subsidio al parado que rechace una oferta adecuada

La reforma de la protección del desempleo endurecerá las condiciones exigidas a los parados para mantener el cobro de la prestación, aunque no cambia el acceso inicial a ese derecho. Una de las medidas que prepara el Gobierno es la retirada de subsidios a quienes rechacen una oferta adecuada de trabajo, criterio que pasará a ser calificado por los servicios públicos de empleo. En la actualidad, es el parado quien considera idónea o no la oferta y su rechazo puede provocar la retirada de la prestación, aunque esa penalización no siempre se aplica. Esa vía de retirada de la prestación se va a ampliar con los cambios en lo que se considera 'oferta adecuada'.

La reforma va a modificar asimismo la cobertura del desempleo agrario, ahora limitada a los jornaleros de Andalucía y Extremadura. Ese derecho se irá extendiendo a toda España para los trabajadores eventuales del campo (lo que supondrá la desaparición paulatina del PER), que se irán incorporando a un sistema contributivo de cotizaciones y prestaciones similar al del resto de empleados temporales.

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Vigencia en enero de 2003

La filosofía de esa reforma fue explicada ayer por el ministro de Trabajo, Juan Carlos Aparicio, a los máximos dirigentes de la patronal CEOE y los sindicatos CC OO y UGT, como inicio de un proceso de diálogo que el Ejecutivo quiere que sea rápido. El objetivo del Gobierno es que el texto esté ultimado para el verano, en paralelo con la reforma del IRPF, y que entre en vigor en enero del próximo año.

Los cambios van a suponer a su vez modificaciones de la Ley Básica de Empleo, que se adaptará a la nueva situación producida por la transferencia de las políticas activas de empleo a las comunidades autónomas y la integración en la Unión Europea.

El Gobierno asegura que la reforma pretende consolidar el gasto en desempleo y que éste sea más eficaz. Niega que se persiga un ahorro de prestaciones y sostiene que el objetivo es que sea más atractivo aceptar un empleo que permanecer en el paro.

Junto a las citadas penalizaciones a quienes no acepten una oferta de trabajo, se pondrán en marcha ayudas al trabajador cuando la oferta implique la movilidad geográfica. Aquí será también el servicio público de empleo el que considere si una oferta es adecuada en función de la distancia de la localidad de residencia, y están previstas deducciones por gasto de domicilio y de transporte en la reforma del IRPF. Asimismo será compatible el cobro del subsidio y de un salario para mayores de 52 años.

Una nueva figura es el 'cheque de la Seguridad Social', que se entregará al parado que opte por el cobro de la prestación en una sola vez. En la actualidad, esa cantidad se abona en efectivo a los desempleados que crean una empresa y será sustituida por el citado cheque, únicamente utilizable para compensar el posterior pago de cotizaciones, impuestos, IAE u otras obligaciones fiscales.

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