Inversiones en el extranjero
L
a investigación judicial del caso Gescartera se ha limitado a verificar cuál era la inversión real de cada cliente religioso, pero no ha ido más lejos: no ha comprobado si el dinero depositado era realmente de la Iglesia o, como afirman en el entorno de Antonio Camacho, de terceros laicos.
Ni la juez ni la fiscalía han investigado qué destino corrieron los seis millones de euros que recuperó el arzobispado de Valladolid de Gescartera en abril de 1999. 'Oficialmente sólo se sabe que ese dinero fue a otro fondo de inversión del arzobispado, pero la investigación judicial no ha seguido el rastro posterior de ese dinero, ni podría haberlo hecho porque el arzobispado figura en este caso como perjudicado', explican fuentes de la investigación.
Más interés ha suscitado entre los responsables de estas pesquisas las 'llamativas' salidas de dinero al extranjero de entidades religiosas clientes de Gescartera detectadas por el Banco de España. Abogados presentes en las declaraciones de los representantes eclesiales afirman que un arzobispado ha exportado 4,3 millones de euros. Y unos monjes 1,4 millones en sólo ocho meses del año 1999.
Otras operaciones son menos espectaculares, pero dibujan un continuo goteo cuya suma sí alcanza altas cifras. La tónica de estos movimientos en el exterior es que 'ha salido más dinero que ha entrado, y que las operaciones se concentran en el año 2000.'
