El Gobierno reconoce que el desbordamiento del Ebro ha provocado "daños importantes"

El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, reconoció ayer que el desbordamiento del Ebro ha causado "daños importantes" en zonas de cultivo y en infraestructuras de Aragón y Navarra. Matas anunció que el Gobierno aprobará, probablemente esta semana, un plan de ayudas económicas. El Ejecutivo de Aragón estima que han sido anegadas unas 25.000 hectáreas y estudia solicitar que se aplique a la provincia de Zaragoza la declaración de zona catastrófica. El caudal del Ebro inició una tendencia descendente, y la Generalitat catalana desactivó el Plan Inuncat.

Después de haber alcanzado a las tres de la madrugada su cota máxima a su paso por Zaragoza, de 5,76 metros de altura y un caudal de 2.925 metros cúbicos por segundo, el volumen del Ebro inició una tendencia descendente durante la madrugada de ayer. A las 18.00, su altura era de 5,37 metros y el caudal había bajado a 2.613 metros cúbicos por segundo. En torno a las 21.30 del sábado, la inundación de una subestación eléctrica dejó sin luz en Zaragoza durante 15 minutos a unos 23.000 abonados. En la capital aragonesa quedó cortado parcialmente el tráfico en la tercera circunvalación de la ciudad. A las 20.30, Renfe interrumpió el tráfico ferroviario entre Pina, a unos 30 kilómetros de Zaragoza, y Quinto, en la línea Madrid-Barcelona.

En Cabañas, una de las localidades más afectadas por las inundaciones, la cota del Ebro descendió medio metro, según datos de la Confederación Hidrográfica del Ebro. En cambio, se produjo un pequeño desbordamiento a un kilómetro de Pina de Ebro, en la margen derecha, donde las aguas del río anegaron varias zonas de cultivo así como la carretera que une la N-II con la N-232. En Pradilla, localidad donde fue ordenado el desalojo de todos sus habitantes el pasado viernes, ayer se derrumbaron dos casas construidas con adobe.

Zona catastrófica

De las seis comunidades de la cuenca a las que se avisó de la avenida provocada por el deshielo de las recientes nevadas -Castilla y León, País Vasco, Navarra, La Rioja, Aragón y Cataluña-, sólo permanecía la alerta ayer en Aragón. El Gobierno de esta comunidad analizará a partir de hoy diversas medidas para paliar los daños causados por la inundaciones en la provincia de Zaragoza, y no descarta pedir la declaración de zona catastrófica.

El ministro de Medio Ambiente, Jaume Matas, mantuvo una reunión con el comité permanente de avenidas de la Confederación Hidrográfica del Ebro y luego visitó la localidad navarra de Buñuel, una de las más afectadas por las inundaciones en la comunidad foral. Allí, Matas reconoció que las inundaciones han causado "daños importantes" en el campo y en muchas infraestructuras.

"Quiero anunciarles", declaró a los periodistas, "que la próxima semana el Ministerio de Medio Ambiente y la Confederación Hidrográfica del Ebro vamos a iniciar las obras de emergencia para actuar inmediatamente". Según el ministro, el dinero para esas actuaciones "puede llegar la semana que viene; técnicamente ha de ser posible entrar aquí a trabajar. En cuanto lo sea, lo haremos. Lo que más nos preocupa es la reincidencia, que traería consecuencias peores". A este respecto, destacó la necesidad de realizar una limpieza del Ebro para evitar mayores problemas en caso de que se produzca pronto una nueva avenida.

El ministro de Medio Ambiente destacó la utilidad que han demostrado algunos pantanos y la regulación de las aguas que permiten. "Si no hubiéramos tenido toda la regulación en cabecera -Zadorra, en Yesa, y la del Irati, en Itoiz- estaríamos hablando de una avenida de 500 metros cúbicos por encima de los niveles que hemos tenido ahora. Estos pantanos y estos embalses, que a veces no se comprenden, son muy importantes, no sólo para atender las necesidades de nuestros agricultores y el abastecimiento de nuestras ciudades, sino también para regular las avenidas de estos ríos, que desgraciadamente son comunes y necesitan de esta regulación".

Por su parte, el Gobierno de Navarra señala en su informe semanal sobre la situación del campo que las inundaciones de tierras e infraestructuras agrarias han causado "cuantiosos daños". En el informe se añade que todos los ríos que surcan Navarra se han desbordado a causa del deshielo y de las lluvias, y las aguas han "invadido infraestructuras de todo tipo y tierras de labor".