El Papa convoca una jornada de ayuno por la paz el 5 de marzo
Juan Pablo II está decidido a recurrir a todas las vías posibles para evitar una nueva guerra en el Golfo, desde la diplomática a la espiritual. El Pontífice, de 82 años, convocó ayer para el próximo 5 de marzo una jornada de plegaria y de ayuno "por la paz, especialmente en Oriente Próximo". Durante el Angelus, el Papa se dirigió a los fieles en la plaza de San Pedro para exhortarles a ser "centinelas de la paz". "Jamás el futuro de la humanidad podrá ser asegurado por el terrorismo y la lógica de la guerra", dijo. Un nuevo conflicto "podría turbar la región de Oriente Próximo y agravar las tensiones por desgracia ya presentes en este inicio del tercer milenio". Juan Pablo II ha subrayado que es deber de los creyentes, "cualquiera que sea la religión a la que pertenecen, el proclamar que no seremos jamás felices enfrentados los unos a los otros".
La jornada de plegaria y ayuno, prevista para el Miércoles de Ceniza, coincidiendo con el inicio litúrgico de la Cuaresma, "servirá para implorar a Dios, antes que nada", añadió el Pontífice, "la conversión de los corazones y la capacidad de tomar decisiones justas para resolver con medios adecuados y pacíficos los enfrentamientos, que obstaculizan el peregrinar de la humanidad en este tiempo nuestro". El Vaticano ha defendido que la actual crisis de Irak debe resolverse en el marco de la ONU, única organización que representa al mundo.
