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Crítica:
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

Epifanías de Richard Hamilton

Cuando Jean Baudrillard escribe sobre el "destino funesto de la utopía consumada", refiriéndose a los hogares norteamericanos, y observa que en ellos "todo está disponible, el sexo, las flores, los estereotipos de la vida y la muerte", su visión de estos domicilios de vida sepulcral en el corazón de la riqueza y la liberación le obliga a hacerse la misma pregunta: What are you doing after the orgy? "El horno microondas, el triturador de basuras, la elasticidad orgasmática de la moqueta: toda esta forma de civilización, mullida y balnearia, evoca irresistiblemente el fin del mundo".

¿Es el autor de América un visionario? En una sociedad en la que cada vez más los acontecimientos existen para un extraño destino, donde la criogenización de las ideas ha culminado en la autosatisfacción de la nación americana, cobra un nuevo sentido la obra programática del pop art, Just what is it that makes today's homes so different, so appealing?, un concentrado iconográfico en forma de pequeño collage (26×25 centímetros) ideado por Richard Hamilton a partir de una lista de categorías de la sociedad de consumo. En él, un Adán y una Eva viven en el paraíso de su confortable hogar; él es un schwarzenegger que sostiene a la altura de los calzoncillos un gran Chupa-chups; ella/Pamela Anderson aparece sentada mientras se toca uno de sus grandes pechos, rodeada de comida, periódicos, un televisor, teléfono y otros electrodomésticos. La obra fue el primer ejemplo de una corriente artística audaz, ingeniosa y "muy sexy, tramposa, fascinante, un gran negocio", como creía Hamilton. Sonrisa y lolly-pops (Chupa-chups), que ocultaban que no había nada que decir, sólo la pura congratulación, la indiferencia profunda, la mueca alegre del consenso... "A falta de identidad, los americanos poseen una maravillosa dentadura", apuntaba además Baudrillard. Y como si la viera, Hamilton crea en 1971 The critic laughs, una dentadura comestible gigante aplicada a su cepillo de dientes eléctrico, que posteriormente dio lugar a una edición limitada y a un anuncio en la BBC.

RICHARD HAMILTON

'Introspectiva'

Macba. Plaça dels Àngels, s/n Barcelona

Colaboran: Fundación Telefónica y British Council

Hasta el 1 de junio

¿Había encontrado la muer-

te, por fin, su domicilio ideal? Aquel pequeño collage, ¿Qué es eso que hace tan diferentes, tan atractivos, los hogares de hoy?, simbolizaba la gran cuestión sobre si el mundo es capaz de existir únicamente en función de la "publicidad" que de él se hace en otro mundo. Sumido en ese gran simulacro, el artista debía interrogarse sobre la complejidad de la realidad, qué procesos la estructuran y con qué medios podemos comprenderla. Creada en 1956 como cartel para ilustrar la exposición Esto es mañana, en la Whitechapel de Londres, y en la que el Independent Group -que formaba Hamilton junto a Lawrence Alloway, Peter y Allison Smithson y Eduardo Paolozzi- se presentaba como el enterrador del Expresionismo Abstracto, ¿Qué es eso que hace tan diferentes...? fue considerada con el tiempo un hito en la historia del arte, a la altura de Fuente, de Duchamp, o de las Señoritas de Avignon, de Picasso.

Richard Hamilton (Londres, 1922) no es un pintor a la manera de Roy Lichtenstein. El crítico Lazslo Glozer escribe que "Hamilton piensa en proyectos puntuales y la elección -siempre decisiva- del tema y su penetración intelectual determinan de forma calculadora el complejo procedimiento de los medios". Se interesó muy pronto por la obra de Picabia y Duchamp (organizó sendas retrospectivas en 1964 y 1968) y abrió su obra a posturas neodadaístas, al integrar lo high and low en un nuevo "paisaje total" lleno de señales ópticas. Otro exponente en su trayectoria lo marcó el Ulysses, que ilustró en 1947. La pieza Epiphany, una gran chapa con el lema "Slip it to me", 1964 (que podría traducirse pícaramente como "hagámoslo"), demuestra el sentido de iluminación repentina -que Joyce da a ese término- que le producía la obra duchampiana.

La "introspectiva" de Ri-

chard Hamilton que ahora presenta el Macba, la más importante y completa que se haya hecho hasta ahora -en el verano de 1992, la Tate Gallery hizo una retrospectiva de toda su obra, pero no incluyó la obra sobre papel ni los grabados-, reúne casi doscientas obras agrupadas por géneros temáticos: retratos, interiores, paisajes, temas florales y pintura histórica. El esfuerzo en la selección por parte del comisario, Vicent Todolí, ha sido considerable y el propio Hamilton ha coadyuvado para que la fantasía joyceana de sus obras prosiga durante la visita por las dos plantas del edificio de Meier. Hamilton mezcla técnicas, combina pintura, collage y relieve. Su alfabeto es tremendamente joyceano, se cuestiona continuamente la representación al romper las barreras entre la abstracción y la figuración y, como el escritor irlandés, aborda la historia y la reinterpreta.

En la muestra se ha reconstruido el pabellón Funhouse (1956) que Hamilton construyó para la colectiva This is tomorrow. Se han incluido sus óleos "heteromórficos" de los años cincuenta, el "desnudo" (1954) sentado, que recuerda al que baja la escalera de Duchamp; los gouaches de pin-ups, pupitres e interiores americanos, bodegones con tostador y copas, bañistas en las bahías de la Costa Oeste, sus estudios para Trafalgar Square, esculturas de fibra de vidrio como las que convierten la estructura del Guggenheim en casi un cenicero; los estudios que hizo para realizar la réplica exacta del Gran Vidrio, la serie de su conocida Swingeing London 67 (basada en la foto periodística que muestra a Mick Jagger y al marchante de Hamilton, Robert Fraser, esposados en un furgón policial), los retratos baconianos, sus paisajes desenfocados e idílicos (Soft blue landscape, 1976, que contienen papel higiénico), su Marilyn (1965), sus collages escatológicos... más flores, mierda, letreros, garrafas, ceniceros, interiores vermeerianos y prototipos industriales, como el amplificador Lux 50-Functioning Prototype (1979), el miniordenador OI-IIO (1985-1989), sus óleos sobre el conflicto en Irlanda del Norte, y el cuadro Lobby (1985-1987) que ha sido transformado en una instalación donde se profundiza en la ilusión del cuadro dentro del cuadro.

Tener al Hamilton más completo en Barcelona es todo un lujo. La frescura del efecto estético que produce su obra compensa con mucho la oscuridad que nos rodea. Su ejemplo es el de un artista que tiene su sitio en la historia del arte. Y aún mejor, como Duchamp, ha ayudado a que otros se hagan sitio.

'Lobby' (1985-1987), óleo sobre lienzo de Richard Hamilton.
'Lobby' (1985-1987), óleo sobre lienzo de Richard Hamilton.

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