Unas 300.000 personas piden a Aznar que se descuelgue de EE UU
Saramago: "Ellos creían que nos habíamos cansado de protestar. Se equivocaron"
De nuevo, por segunda vez en un mes, se escuchó ayer en Madrid el "no a la guerra" gritado por miles de voces. Artistas, representantes de ONG, políticos y sindicatos quedaron en segundo plano para que el protagonismo lo tuviera la gente. El mensaje, escrito también en miles de pancartas caseras, se dirigía al presidente del Gobierno, José María Aznar. Le exigían que hoy, en la cumbre de las islas Azores, se oponga al ataque a Irak. La respuesta ciudadana fue menor que la de hace un mes, pero superó las expectativas de los convocantes.
"Aznar, ¿para qué quieres el petróleo, si luego lo tiras al mar en Galicia?"
Además de las consignas más espontáneas, no faltaron algunas más organizadas. Como las pancartas con las fotos de todos los diputados del PP con la leyenda: Votó Sí. Se notó en cualquier caso que la gente seguía teniendo ganas de protestar. El escritor y premio Nobel José Saramago lo dejó claro: "Ellos creían que nos habíamos cansado de protestar y que les habíamos dejado libres para seguir en su alucinada carrera hacia la guerra. Se equivocaron".