"Mi hermana es feliz desde hace meses y ahora lo es mucho más"
Los abuelos paternos de la futura reina de España -la popular radiofonista Menchu Álvarez del Valle y José Luis Ortiz Velasco, antiguo representante comercial de la empresa Olivetti- permanecen asediados por los periodistas en su casa de la aldea de Salceu, en Ribadesella, a donde trasladaron su domicilio tras jubilarse, y lo mismo les ha ocurrido en las últimas horas a sus abuelos maternos, Francisco Rocasolano, taxista madrileño jubilado, y su esposa, Enriqueta Rodríguez, quienes residen desde hace 15 años en Alicante. Unos y otros expresaron su alegría por el próximo matrimonio.La madre, Paloma Rocasolano, enfermera, ejercía en el ambulatorio de La Lila, en Oviedo, próximo al domicilio de la familia, en la calle General Elorza, hasta que hace 15 años se trasladaron a Madrid. Para entonces, Letizia (Oviedo, 15 de septiembre de 1972), ya había cursado su primer curso de bachillerato en el instituto ovetense Alfonso II. Luego continuó sus estudios en el Instituto madrileño Ramiro de Maeztu. La madre declaró de forma lacónica a varios periódicos asturianos que está "muy contenta, encantada y con una felicidad increíble" por el próximo enlace de su hija, y agregó que tanto Letizia como el Príncipe están "muy enamorados".
Confesó estar "nerviosa" por la pedida de mano, que se celebrará el jueves en La Zarzuela, porque será entonces cuando conozca a sus consuegros, los Reyes de España. La madre de Letizia sí tuvo ya oportunidad, según versiones cercanas a la familia, de conocer en persona a su futuro yerno, que le pareció, según esas fuentes, "una persona majísima". Erika Ortiz, una de las dos hermanas de la futura Princesa, residente en Madrid, expresó también de forma breve la satisfacción de toda la familia en una declaración a medios de comunicación asturianos, y afirmó: "Mi hermana es muy feliz desde hace meses y ahora lo es mucho más". Thelma Ortiz, la otra hermana de Letizia, permanece en Jerusalén, donde colabora con la ONG Médicos sin Fronteras.
