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La candidata liberal acusa a Putin de crímenes de Estado

Pilar Bonet

La liberal Irina Jakamada, la única mujer entre los 10 candidatos a la presidencia de Rusia, arremetió ayer frontalmente contra el líder Vladímir Putin, a quien acusó de ocultar el empleo de gases letales para liberar a los rehenes secuestrados por un comando checheno en un teatro de Moscú en octubre de 2002. La operación, ejecutada por los servicios de seguridad rusos, se saldó con la muerte de 129 rehenes y todos los secuestradores.

Las duras incriminaciones de Jakamada, que incluyen considerar a Putin culpable de un "delito de Estado", aparecieron ayer en una carta abierta a los ciudadanos de Rusia, publicada como anuncio en dos diarios de la capital.

En octubre de 2002, Jakamada negoció con los secuestradores en la sede del teatro de Dubrovka y después informó al Kremlin de su gestión. "Los terroristas no planeaban hacer saltar por los aires el teatro, pero las autoridades no estaban interesadas en salvar a todos los rehenes", escribía ayer la política, según la cual Alexandr Voloshin, que entonces era jefe de la Administración del Kremlin, le "amenazó" y le ordenó "no inmiscuirse en el asunto". El acto terrorista ayudó a aventar la "histeria antichechena", a "continuar la guerra" y a "mantener alta la popularidad del presidente", señala Jakamada. "Estoy convencida de que la actuación del presidente Putin para ocultar la verdad en aquella circunstancia es de hecho un delito de Estado y por eso he tomado la decisión de presentar mi candidatura a las elecciones presidenciales", concluye.

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Apoyo de Yukos

Jakamada, que fue vicepresidenta de la Duma estatal de 1999 a 2003, no consiguió renovar su escaño parlamentario en las elecciones legislativas de diciembre. La Unión de Fuerzas de Derechas (UFD), partido de cuya dirección forma parte, se quedó también fuera del Parlamento, al no superar la barrera del 5%. Tras el desastre electoral, la UFD y Yábloko, la otra fuerza liberal derrotada en las urnas, decidieron boicotear las presidenciales. Sin embargo, poco después, Jakamada anunció que presentaba su candidatura por su cuenta, para lo cual necesita recoger dos millones de firmas. Hija de un exiliado comunista japonés y de una rusa, Jakamada confirmó ayer que tiene el apoyo de Leonid Nevslin, uno de los fundadores de la compañía petrolera Yukos y mano derecha del magnate encarcelado Mijaíl Jodorkovski. Nevslin, al igual que otros ex dirigentes de Yukos, se encuentra en Israel, donde ha buscado refugio al intensificarse el acoso de la fiscalía contra la empresa petrolera.

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La UFD decidirá próximamente si apoya a Jakamada, que con sus palabras ha desmentido las sospechas de que su candidatura estuviera teledirigida desde el Kremlin. Otro de los candidatos a la presidencia de Rusia, Oleg Malishkin, de profesión guardaespaldas, consintió ayer que su jefe, el demagogo Vladímir Zhirinovski, anunciara que, en caso de ser elegido, le cedería el puesto.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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