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Sharon someterá la retirada de Gaza a un referéndum restringido a su partido

Dos ministros ultras piden al primer ministro que congele todas sus iniciativas políticas

El primer ministro israelí, Ariel Sharon, someterá el plan de retirada de Gaza y el desmantelamiento de 17 asentamientos a un referéndum restringido, en el que participarán sólo miembros de su propio partido, Likud. Con esta singular consulta, Sharon trata de legitimar su proyecto de abandono de la franja de Gaza y frenar, al mismo tiempo, la ofensiva de sus rivales, encabezada por dos de sus ministros, que le han reclamado formalmente la congelación de todos sus proyectos políticos mientras no se aclaren sus implicaciones en supuestos casos de corrupción.

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La celebración del referéndum fue decidida anoche por una amplia mayoría, en el transcurso de una convención de cuadros del nacionalista Likud. La votación se celebró a mano alzada y entre vítores y aclamaciones a Sharon.

Está previsto que la consulta se convoque después del 14 de abril, una vez que el jefe del Gobierno israelí haya regresado de su entrevista con el presidente de EE UU, George W. Bush, en Washington, y en el transcurso de la cual deberá reclamarle su apoyo político y económico para llevar a término el proyecto. Con este minireferéndum, que espera ganar, Sharon confía obtener con más facilidad el apoyo de su Gabinete, que mayoritariamente se opone al proyecto.

Todas estas maniobras políticas de Ariel Sharon, en búsqueda de apoyos para el repliegue militar de Gaza, eran ayer torpedeadas por dos ministros de su propio Gabinete, los ultraconservadores Effi Eitam, responsable de Vivienda, y Benny Elon, de Turismo. Los dos ministros, que se han colocado en cabeza del movimiento opuesto al abandono de Gaza, pidieron a Sharon que no siguiera con sus proyectos políticos, e incluso que aplazara el viaje a Estados Unidos, mientras no se aclaren sus supuestas implicaciones en los casos de corrupción que están investigando la policía y la judicatura y que actualmente se encuentran en manos del fiscal general del Estado, que debe decidir próximamente sobre la implicación de Sharon en el caso.

Pero ni las amenazas políticas ni las judiciales parecen inquietar al primer ministro israelí, quien ha asegurado tener preparado un Gabinete de recambio en el caso de que los sectores radicales de su Gobierno abandonaran el Ejecutivo. Aunque Sharon no ha desvelado con quién podría formar un nuevo Gobierno, nadie duda que los laboristas estarían dispuestos a dar apoyo al actual primer ministro, participando nuevamente en un Gobierno de unidad nacional, como lo hicieron hace dos años, lo que permitiría una retirada militar de Gaza, similar al repliegue que los laboristas llevaron a término del sur de Líbano, en mayo de 2000.

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Sharon se dispone a reunirse en Jerusalén, por tercera vez en los dos últimos meses, con un grupo de emisarios de la Casa Blanca, con los que debatirá su proyectado de repliegue. La delegación ha recibido ya las amenazas de la Brigada de los Mártires de Al Aqsa, que ha advertido de "consecuencias indeseables" si los emisarios se atreven a visitar los territorios palestinos.

Por otra parte, cerca de 100.000 palestinos poseedores de documentación israelí se manifestaron ayer por diversas localidades de Galilea y Jerusalén con ocasión del Día de la Tierra, con el que se protesta por la usurpación de sus tierras y se recuerda la muerte de seis árabes en 1976.

El rabino Samuel Rabinovich coloca mensajes a Dios en el Muro de las Lamentaciones ayer en Jerusalén.
El rabino Samuel Rabinovich coloca mensajes a Dios en el Muro de las Lamentaciones ayer en Jerusalén.AP

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