Londres "deplora" pero "comprende" la decisión
El Gobierno británico reaccionó ayer con mucha cautela al anuncio del presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, de que ha ordenado la retirada inmediata de las tropas españolas en Irak. "Es una decisión que compete exclusivamente al Gobierno español y que no nos sorprende porque la esperábamos desde las pasadas elecciones. Es consecuencia de un compromiso electoral y nosotros lo comprendemos y respetamos", declaró un portavoz de Downing Street, residencia oficial del primer ministro Tony Blair.
El portavoz del primer ministro no quiso polemizar acerca del argumento principal de Zapatero para justificar el adelanto de la retirada de tropas, cual es que no ve perspectivas de que pueda haber un acuerdo en la ONU que satisfaga las exigencias del nuevo Gobierno español. "Tony Blair se entrevistó la semana pasada con Kofi Annan y con George W. Bush. Estamos trabajando juntos para sacar adelante una resolución del Consejo de Seguridad", puntualizó.
Tampoco el ministerio de Defensa británico quiso dramatizar. "Es una decisión que deploramos pero que esperábamos y comprendemos", dijo un portavoz. "España ha hecho una valiosa contribución en estos meses, pero la retirada de sus tropas no va a provocar ningún problema irresoluble desde el punto de vista militar. Esperamos que haya despliegues adicionales de otros países", manifestó a este diario un portavoz de Defensa.
Por su lado, el ministro francés de Exteriores, Michel Barnier, afirmó que el anuncio de Zapatero es "la decisión de un Gobierno soberano" y se mostró convencido de que "España, como todos los países europeos, será solidaria en la reconstrucción de Irak".
