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LA POSGUERRA DE IRAK | La soberanía

Liberados 472 prisioneros de la prisión de Abu Ghraib

Ante centenares de familiares que llevaban horas esperando en las puertas de la prisión de Abu Ghraib, a las afueras de Bagdad, los militares estadounidenses liberaron ayer a 472 detenidos de la cárcel que está en el centro del escándalo de las torturas en Irak.

Varios autobuses que transportaban a los liberados abandonaron la prisión por la mañana en medio de los gritos de los familiares, que intentaban reconocer un rostro conocido detrás de las ventanillas del autobús. Los presos fueron trasladados a la base de Amariyah, en las afueras de la capital, antes de ser liberados en algunos casos o trasladados a otros centros de detención estadounidenses en Irak.

"Maltrataban a todo el mundo", dijo Abdelwadud Ahmed, un profesor de educación física de la Universidad de Tikrit, en el norte del país. Ahmed fue detenido hace 10 meses acusado de almacenar armas en su casa y de ser miembro de la milicia de los fedayin de Sadam. Sin embargo, ninguno de los detenidos liberados dijo haber sido testigo de las torturas, aunque "eso no quiere decir que no existan", señaló Ahmed. La mayoría protestó por la forma en que habían sido tratados, como un empleado del Gobierno, Abu Ahmed, que dijo haber sido obligado a permanecer durante cinco horas tirado en el suelo bajo el sol.

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El pasado 10 de mayo el nuevo general norteamericano encargado de dirigir Abu Ghraib, Geoffrey Miller, anunció que, en poco más de un mes, reducirá a la mitad el número de presidiarios que cumplen pena en el centro. "Vamos a reducir el total de detenidos, unos 3.800, hasta una cifra entre 1.500 y 2.000", aseguró el jefe de la prisión.

Destruir la cárcel

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La Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobó ayer una disposición que propone la destrucción de la cárcel de Abu Ghraib. Con 308 votos a favor y 114 en contra, la medida fue incluida en el plan de gastos de la defensa aprobado por la Cámara a recomendación del republicano Curt Weldon y del demócrata John Murtha.

Los legisladores señalaron que esa cárcel debería ser demolida y para reemplazarla debería construirse una instalación moderna de detención. "La prisión fue un símbolo del terrorismo bajo Sadam Husein y fue una institución que el pueblo iraquí despreciaba", dijo Weldon. "Hay que librarse de ella. No sólo por lo que unos pocos soldados hicieron allí... sino también para demostrar a los iraquíes que no queremos jamás ese tipo de tortura".

Weldon indicó que la destrucción del recinto contaría también con la aprobación iraquí "porque para cuando sea promulgado este plan, ya habrá un nuevo Gobierno en Irak".

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