_
_
_
_
_
TERROR EN LONDRES | Las víctimas

La familia real británica visita a los heridos en los hospitales

Guillermo Altares

En la puerta del Royal London Hospital, que recibió a 208 de los 700 heridos en los atentados del jueves y que fue visitado ayer por la reina Isabel, Alistair Wilson, director clínico del Servicio Nacional de Salud (NHS) en el este de Londres, no quiere hablar de zona de guerra. "Fue un momento terrible en el que llevamos a cabo nuestra labor habitual, pero con muchos más pacientes de golpe", explica Wilson, quien señala, sin embargo, que el hospital no se vio desbordado. Ayer por la tarde quedaban 19 heridos ingresados en este centro (7 de ellos en la UCI) y 81 en todo Londres, 17 de ellos en estado crítico.

"Creo que el hospital ha vuelto a la normalidad después de un día muy intenso en el que funcionó perfectamente el plan de emergencia", manifiesta Wilson, vestido con el traje verde de quirófano. La mayoría de los ingresados fueron atendidos con quemaduras de distinto grado y heridas, como el bailarín Bruce Lait, de 32 años, que recibió ayer la visita de la reina Isabel, quien recorrió este inmenso centro hospitalario, situado en Whitechapel Road, a pocos metros de una mezquita y cerca de la estación de Aldgate, donde estalló la primera bomba.

Más información
Las bombas estaban en el suelo de los vagones

"¿Estaba usted en uno de los trenes?", le preguntó la reina a Lait al entrar en su habitación, en la que permaneció unos minutos. "Sé que hablo por todo el mundo al expresar mi simpatía a aquellos que se han visto atrapados en estos acontecimientos y, por encima de todo, a los familiares y amigos de los que han perdido la vida", manifestó posteriormente la reina Isabel en una declaración en la que felicitó a los servicios de emergencia.

Apoyo de Carlos y Camila

El príncipe Carlos y su esposa, Camila, estuvieron en otro de los hospitales que recibieron a las víctimas tras los atentados, el Saint Mary, situado cerca de la estación de Edgware Road. Cinthia Bobb-Semple, de 43 años, explicó al príncipe que se encontraba aún "bajo estado de choque por la explosión".

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Helen Riley, del servicio de prensa del NHS, dice que cada hospital cuenta con equipos de apoyo psicológico para las familias, "un servicio sanitario esencial en este tipo de situaciones"; pero, a diferencia de lo que ocurrió en Madrid tras los atentados del 11-M, el 7-J de Londres no cuenta con un centro único para atender a todos los familiares. "Cada persona actúa de manera diferente ante el estrés post-traumático", agrega Riley.

"Quizás hubiésemos necesitado más helicópteros para trasladar heridos; pero una vez en el hospital, con todo el personal médico movilizado, no tuvimos problemas", manifiesta Alistair Wilson, quien explica que sólo se produjo un fallecimiento después del ingreso.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Guillermo Altares
Es redactor jefe de Cultura en EL PAÍS. Ha pasado por las secciones de Internacional, Reportajes e Ideas, viajado como enviado especial a numerosos países –entre ellos Afganistán, Irak y Líbano– y formado parte del equipo de editorialistas. Es autor de ‘Una lección olvidada’, que recibió el premio al mejor ensayo de las librerías de Madrid.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_