El PP pide la intervención del fiscal general por el acto "ilegal" de Batasuna
Los socialistas, Ezker Batua y Aralar creen que el discurso de Otegi no aportó novedades
El PP vasco pidió ayer a la Fiscalía General del Estado que adopte medidas ante el acto político "ilegal e ilegítimo" del pasado sábado junto al recinto ferial de Barakaldo (BEC) en el que el líder de Batasuna, Arnaldo Otegi, subrayó: "Nos acercamos irremisiblemente al proceso de soluciones al conflicto". Y añadió que la formación ilegalizada estará presente en el proceso de paz. El líder de los socialistas vascos, Patxi López, reiteró que mientras ETA no abandone la violencia no habrá tal proceso y que el "único obstáculo para la paz" es la persistencia del terrorismo etarra.
La presidenta del PP vasco, María San Gil, ya había anunciado antes de que la Audiencia Nacional prohibiera el mitin de Batasuna y suspendiera sus actividades políticas por dos años más que llevaría a los tribunales al consejero vasco de Interior, Javier Balza, y al delegado del Gobierno en el País Vasco, Paulino Luesma, si permitían el acto de la formación independentista.
Ayer, el secretario general del PP vasco, Carmelo Barrio, pidió la intervención del fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, dado que el mitin convocado junto al recinto ferial de Barakaldo por simpatizantes de la izquierda abertzale y ex ediles de HB -en el que participaron unas 8.000 personas e intervino Otegi- sólo sirvió para "seguir promocionando y hacer propaganda de las ideas de ETA-Batasuna".
El portavoz de esta formación en Euskadi, Leopoldo Barreda, aseguró que estudiarán todos los componentes del acto antes de dar el paso de llevar a los tribunales a Balza y a Luesma. El Foro de Ermua estudia también iniciativas legales contra el Gobierno vasco por tolerar el mitin abertzale.
Sin gritos a favor de ETA
El hecho de que durante la celebración del mitin en la explanada junto al BEC no se profiriera ningún grito a favor de ETA o que los asistentes no portaran carteles o pancartas de Batasuna evitó la intervención de la Ertzaintza (policía vasca), que presumiblemente no elevará ningún atestado que incluya elementos delictivos como la exaltación del terrorismo o la celebración de una reunión ilícita.
Precisamente por ambos delitos el juez de la Audiencia Nacional Félix Degayón tomará declaración el próximo jueves como imputados a los dirigentes de Batasuna Arnaldo Otegi, Joseba Albarez y Joseba Permach, en relación con su participación en el acto de Anoeta, celebrado el 14 de noviembre de 2004, donde Batasuna planteó una "oferta de paz" que incluía una doble mesa de negociación y sacar el conflicto de las calles.
En cualquier caso, los populares vascos apuntaron que el acto de Barakaldo había sido una "burla al Estado de derecho", en palabras de Carmelo Barrio, quien comparó el mitin con las actividades de los nazis en Alemania, las del Ku Klux Klan en el sur de EE UU o una manifestación de Al Qaeda en Nueva York, algo que "nadie entendería" posible hoy en esos países.
El resto de los partidos que valoraron ayer las palabras de Otegi -PSE, Aralar, Ezker Batua- coincidieron en resaltar las pocas novedades que aportó el dirigente independentista en su intervención. Incluso Patxi Zabaleta, máximo representante de uno de los partidos que acudió al acto de Barakaldo, Aralar, no compartía ayer el "optimismo de algunos" sobre el proceso de paz. Para Zabaleta, la tregua que todos, salvo Batasuna, han exigido a ETA como condición para constituir la mesa de partidos "ya está tardando demasiado".
En ese sentido, el secretario general de los socialistas vascos, Patxi López, en una entrevista a la cadena SER, reiteró que "no habrá ninguna mesa [de partidos] si no hay previamente ausencia de violencia y un anuncio de ETA de su desaparición". Para el líder del PSE, Otegi "habló constantemente de proceso de paz, de avances y de obstáculos, pero lo que tiene que saber todo el mundo es que el único obstáculo para la paz es la existencia de ETA". Los socialistas vascos creen que Otegi volvió a perder el sábado una oportunidad de oro para decirle a ETA que abandone la violencia. Y esa era la condición que puso encima de la mesa el presidente del PNV, Josu Jon Imaz, formación que guardó ayer silencio, para compartir pancarta con Batasuna en favor de los derechos civiles y por el proceso de paz. Una movilización que únicamente EA ve con buenos ojos dentro de los tres partidos que sustentan el Ejecutivo vasco.
El coordinador de EB, Javier Madrazo, consideró que el discurso de Otegi "no aportó ningún elemento nuevo" respecto de la declaración de Anoeta. El dirigente de izquierdas lamentó que el portavoz de Batasuna no incluyera una "petición a ETA para que ponga punto final a la violencia y, de esa manera, poner en marcha una mesa de diálogo". Sólo EA sostuvo que del mitin se podía inferir con claridad "la apuesta clara por las vías exclusivamente políticas" de la izquierda abertzale, según su dirigente Rafa Larreina.
