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BAILÉN | MÁS DE 200 DÍAS BAJO EL POLVO | LA CONTAMINACIÓN DE LAS CIUDADES

El peor aire

Ginés Donaire

Bailén amanece el sábado envuelto en una espesa penumbra, algo a lo que ya están acostumbrados sus vecinos. Las 154 chimeneas de sus industrias cerámicas no dejan de expulsar humo. La localidad jienense, de 19.000 habitantes, produce unas 7.000 toneladas al año de tejas, ladrillos y cerámica, lo que la convierte en el principal productor del país. Unos 5.000 empleos dependen del sector.

Pero el desarrollo choca en Bailén con su salud. Según un informe de Ecologistas en Acción, en 2005 el municipio superó 256 días el límite de partículas en suspensión, a pesar de que la normativa sólo autoriza a hacerlo 35 veces. "No me extrañan los datos, pero hay que relativizarlos para no alarmar a la población", dice el alcalde, Bartolomé Serrano, que pertenece a un grupo independiente.

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El Protocolo de Kioto va a provocar una revolución en el sector cerámico de Bailén. "Inevitablemente, va a haber una reconversión, sobre todo en los hornos tradicionales morunos [de leña] donde no hay ningún tipo de control de emisiones", asegura Juan Espadas, viceconsejero andaluz de Medio Ambiente. La Junta de Andalucía va a aprobar el próximo día 14 un decreto en el que se marca el mes de octubre de 2007 para que las empresas rebajen sus emisiones. El plan establece un plazo de 12 meses para los cambios tecnológicos de las industrias. "El sector se tiene que adaptar a un escenario distinto", indica Espadas.

La alfarería Hermanos López, que utiliza uno de los 64 hornos morunos del municipio, es una de las afectadas. Esta empresa familiar ha sido denunciada por sus vecinos ante la Guardia Civil por sus emisiones, que eran muy visibles ayer. "Llevamos aquí desde 1996, y las casas las han hecho después", responde el alfarero Juan López, mientras da forma a sus orzas y lebrillos.

La concentración empresarial parece ser una alternativa. A las grandes les preocupa, sobre todo, la cantidad insuficiente de emisión de CO2 que les ha sido asignada hasta 2007. "No podemos parar el desarrollo industrial, necesitamos ayudas", indica Juan del Reino, presidente de la Asociación de Ceramistas, que advierte de que el gas natural -el combustible alternativo al coque, el orujo o el carbón empleados- "se hace inviable por sus altos precios". Los filtros de las chimeneas, el asfaltado y reparación de caminos para evitar el polvo y el riego en las canteras son otras mejoras previstas.

"La salud ambiental del pueblo ha dejado de ser un tema tabú, pues hace unos años hablar de esto parecía que era ir contra tu pueblo", reconoce el alcalde. Pero no todos lo ven así: "No hay ningún problema. Si nos cierran las cerámicas tendremos que emigrar", manifiesta Diego, que regenta un restaurante a la salida del pueblo.

Emisiones de una fábrica de cerámica en Bailén, Jaén.
Emisiones de una fábrica de cerámica en Bailén, Jaén.JOSÉ MANUEL PEDROSA

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