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Reportaje:Corrupción en Marbella

El PP, refugio de 'gilistas'

32 de los 93 cargos públicos que el GIL obtuvo en 1999 son hoy militantes populares y no hay ninguno ni en PSOE ni IU

Los dos partidos mayoritarios, PSOE y PP, han convertido en un recurrente argumento de reproche mutuo las alianzas y las piruetas que el adversario ha protagonizado con el denostado Grupo Independiente Liberal (GIL) y sus formaciones independientes sucesoras. La discusión suele agriarse y subir de tono cada vez que surge un nuevo escándalo protagonizado por los seguidores de Jesús Gil, como ahora, a propósito de la Operación Malaya.

Todos los partidos, incluidos Izquierda Unida (IU) y el Partido Andalucista (PA) han tenido alguna vez algún acuerdo de gobierno municipal con el GIL, pero ninguno como el PP le debe tanto a la herencia gilista. De los 93 cargos públicos que el GIL obtuvo en las elecciones municipales y autonómicas, 32 acabaron afiliados al PP. Por contra, ni Izquierda Unida ni PSOE tienen en sus filas a un ex militante del GIL. Antes al contrario, el PSOE ha llegado a expulsar de sus filas a dos alcaldes en Manilva, tres concejales en Marbella, dos en Casares y dos diputados en la Asamblea de Melilla por pactar con el GIL.

El PSOE expulsó a dos alcaldes, seis concejales y dos diputados que pactaron con 'gilistas'
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Del resto de cargos públicos del GIL, otros 32 se inscribieron en los numerosos grupos independientes que surgieron tras su fragmentación, dos se pasaron al PA -al que hay que unir a Carlos Fernández, el andalucista de Marbella que fue edil del GIL entre 1991 y 1996- y el resto abandonó la actividad política.

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El PP participa actualmente en el gobierno municipal con el GIL en Ronda, el único municipio donde el partido fundado por Jesús Gil no ha renunciado a sus siglas. Ambos sostienen al alcalde andalucista Antonio Marín Lara, con el que firmaron un pacto para derrocar en una moción de censura a la socialista Isabel Aguilera en septiembre de 2004.

En la legislatura entre 1999-2003 Ronda fue gobernada dos años por el PP y otros dos por el PSOE, con el apoyo siempre de IU, en un acuerdo para impedir la alcaldía del GIL, que en 1999 fue la lista más votada.

El pacto anti GIL que todos los grupos políticos firmaron tras las elecciones de 1999 para impedir que esta singular formación agrandara sus cuotas de poder en la franja costera entre Marbella y La Línea resultó un rotundo fracaso y fue incumplido por unos y otros en función de intereses particulares en diferentes municipios.

En la mayoría de los ayuntamientos donde el GIL ha tenido representación municipal, siempre ha habido inestabilidad política con mociones de censura en Manilva (2), Marbella, Ronda, Estepona, Casares y San Roque.

Paradigmáticos resultan los casos de las poblaciones gaditanas de La Línea y San Roque. Los 17 concejales del GIL que comenzaron a gobernar La Línea con mayoría absoluta tras las elecciones de 1999 ingresaron en septiembre de 2001 en el PP, con su alcalde a la cabeza, Juan Carlos Juárez.

La dirección del PP en Cádiz dio una peculiar explicación al afirmar que en "todo momento se había respetado" el pacto anti GIL, ya que se había logrado desmantelar a este partido en la provincia. La entonces presidenta del PP en la provincia, Teófila Martínez, aseguró: "No son tránsfugas, sino unos señores que han cambiado de afiliación después de dejar de pertenecer voluntariamente a su partido".

Previamente, en marzo de 200, los seis concejales del GIL en San Roque se habían pasado al grupo mixto. Poco después urdieron una moción de censura con los tres concejales del PP contra el socialista José Vázquez, sustituido por el ex gilista FernandoPalma.

A principios de 2001, los seis ediles ex gilistas se afiliaron al PP y en las municipales de 2003 ganaron por mayoría absoluta con Palma como cabeza de lista.

En Estepona, siete de los nueve concejales del GIL se pasaron en septiembre de 2001 al PP. La operación implicó la ruptura del acuerdo de gobierno entre PSOE, IU, PP y PA con una moción de censura que dio la alcaldía a los populares.

Antes de las elecciones de 2003, los concejales del GIL que no se fueron al PP fundaron una formación independiente, el Partido Estepona, que fue la segunda fuerza más votada en 2003 y sus cuatro ediles sostienen desde entonces en la alcaldía al socialista Antonio Barrientos. También formó parte de este equipo el único edil de IU, que hace un año abandonó el gobierno.

Manilva es un caso laberíntico. El gilista Pedro Tirado, que dimitió de la alcaldía en octubre de 2005 tras ser encarcelado por su implicación en el caso Ballena Blanca, gobernaba con el apoyo de su propio grupo, el Partido Democrático de Manilva, IU y PSOE. En 2000, Tirado llegó a la alcaldía por una moción de censura contra la alcaldesa de IU con el apoyo de dos concejales socialistas expulsados. En esta ciudad el PSOE ha echado de sus filas a dos alcaldes, Emilio López Belenguer y el actual, Salvador Zotano, que sucedió a Tirado con los votos de los concejales del partido de éste, en lugar de seguir la consigna oficial de elegir a la candidata de IU.

En Casares, el PSOE expulsó en 1995 a dos concejales que votaron la investidura del gilista Francisco Herrera. Y por fin Marbella, donde el PSOE expulsó en 2003 a los tres concejales que auparon a la alcaldía a Marisol Yagüe.

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