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Elecciones en México

Los candidatos cierran la campaña más dura de la historia mexicana

Los tres principales aspirantes a la presidencia piden un voto masivo el domingo

La campaña de las elecciones presidenciales del 2 de julio, que se perfilan como las más reñidas de la historia de México, llegaron a su fin en una jornada en que el izquierdista Andrés Manuel López Obrador se mostró convencido de que obtendrá la victoria, y pidió a sus seguidores votar en masa el domingo. El conservador Felipe Calderón también está seguro de que vencerá, y pidió a sus adversarios que respeten el resultado de la votación, mientras que Roberto Madrazo arengó a los militantes del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que gobernó 72 años el país, para que ayuden a reconquistar la presidencia.

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En el último momento, los aspirantes a suceder al derechista Vicente Fox mostraron de lo que son capaces. Llenaron plazas y coparon todos los espacios que les brindaron radio y televisión. Y echaron mano de sus mejores y peores recursos.

El priísta Madrazo, que en el pasado ganó una elecciones para gobernador del estado de Tabasco en medio acusaciones de fraude electoral y con millones de dólares de recursos ilícitos, trató de colocarse en el centro, lejos de los pleitos de la izquierda y la derecha.

Felipe Calderón, que en las últimas semanas recibió el apoyo de organizaciones de ultraderecha y afirma que su principal adversario es una amenaza para México, sostuvo que "fue un honor competir" con López Obrador y Madrazo.

Andrés Manuel López Obrador, que a lo largo de la campaña criticó a los empresarios y llegó a llamar delincuentes a los miembros del poderoso Consejo Coordinador Empresarial, terminó su campaña con un tono conciliador y ofreció no hacer que México entre en una crisis como auguran por igual Calderón y Madrazo.

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A partir de la medianoche del miércoles entró en vigor un periodo de reflexión. Los candidatos ya no pueden hablar en público, mientras que los sondeos indicaban que la elección del domingo será muy disputada. La mayoría de las encuestas de opinión cerraron con López Obrador dos o tres puntos por delante de Calderón y colocaron a Madrazo en un distante tercer lugar. Patricia Mercado, del pequeño y controvertido Partido Alternativa Socialdemócrata y Campesina, conseguiría cerca del 2% de los votos, y Nueva Alianza (cercano al sindicato de enseñanza) menos de 1% para su candidato Roberto Campa.

Los aspirantes con posibilidades echaron todo la carne al asador en medio de una tormenta de verano que azotó el México y que parecía un mal presagio para el cierre de la campaña de López Obrador. Una abigarrada multitud aguantó a pie firme en la plaza del Zócalo para oír al candidato izquierdista decir que si gana los comicios pondrá las bases para crear "una nueva convivencia social, más igualitaria y más humanitaria", porque ya "no puede haber un gobierno rico con un pueblo pobre". El Zócalo, la principal plaza pública mexicana, se colmó de seguidores de López Obrador, la inmensa mayoría de ellos vestidos de amarillo, los colores del Partido de la Revolución Democrática (PRD).

Los perredistas se muestran optimistas, pero López Obrador no quiere que la confianza invada a sus seguidores y por eso les dijo: "Tenemos que ir todos a votar, siempre de manera pacífica, por el camino de la concordia". Su discurso, de unos 40 minutos, fue conciliador. "Yo no odio. Lo único que quiero es que no haya privilegios en México".

En Veracruz, bastión ultraconservador del viejo y autoritario priísmo, Madrazo dijo a miles de sus seguidores que "el PRI va de regreso a la presidencia de México". "Estamos seguros de que este partido nació para ganar".

Calderón, por su parte, no dejó escapar el cierre de campaña en Guadalajara para poner en duda la viabilidad del proyecto económico de López Obrador, y afirmó que si gana endeudará al país y sus políticas sociales dividirán a la nación. Refrendó su idea de que tanto López Obrador como Madrazo son el pasado político amargo de México. Pero no dudó en decir: "Me quiero despedir mandando un saludo a los cuatro adversarios. Decirles que para mí ha sido un honor contender con ellos: Patricia Mercado, Roberto Campa, Roberto Madrazo y Andrés López Obrador, y decirles que van a tener en mí a un presidente incluyente".

Confiado en que obtendrá una victoria con más de un millón y votos de diferencia, Calderón ya hace planes para cuando esté en el poder: "Convocaré a la unidad nacional e invitaré a mis adversarios al diálogo y a ponernos de acuerdo sobre el rumbo de México".

En todos los ambientes políticos se coincide en que ha caído el telón de la más ríspida, sucia y cara campaña presidencial.

Seguidores de López Obrador llenan el Zócalo de la ciudad de México en el mitin final de la campaña.
Seguidores de López Obrador llenan el Zócalo de la ciudad de México en el mitin final de la campaña.EFE

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