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Reportaje:MÚSICA

Ópera para el siglo XXI

El siglo XXI le sienta bien a la ópera. Tres nuevos teatros líricos abren sus puertas este mismo mes en Canadá (Toronto), España (Valencia) y Estados Unidos (Miami); una nueva generación de público, curiosa y de mentalidad abierta, se acerca cada día más a los coliseos; y el número de estrenos de nuevas óperas crece a gran velocidad: esta temporada, 20062007, superan el centenar en todo el mundo. Esta tarde mismo se estrena una en la ópera de Francfort, Calígula, del alemán Detlev Glanert. Óperas nuevas de todos los formatos, grandes producciones, de cámara o de bolsillo, y de estilos musicales muy diversos en una época, la actual, de absoluta libertad estética. Óperas que están cimentando el que será el repertorio lírico del siglo XXI.

La vitalidad que experimenta el mundo de la lírica ha enterrado el augurio de aquellos que proclamaron durante décadas la muerte de la ópera. Pero ¿cuándo, cómo y por qué la ópera ha pasado de ser considerada un exquisito cadáver a convertirse en un género dinámico y muy creativo?

El cambio no ha sido repentino, aunque la percepción de que los teatros ya no aceptan ser museos de la ópera sea reciente. "La mentalidad ha cambiado. La curiosidad de programadores y público ha permitido conquistar nuevos repertorios que durante años estuvieron excluidos de las temporadas, como las óperas renacentistas y barrocas o las del siglo XX y las nuevas creaciones", afirma Joan Matabosch, director artístico del Liceo de Barcelona. "La conciencia de los directores de teatros ha evolucionado, se crean nuevos espectadores ofreciendo montajes en espacios alternativos que atraen a un público que jamás pensó en pisar un teatro lírico, los programas educativos de introducción al género están dando sus frutos y la posibilidad que tienen los compositores de usar formatos y técnicas diversas estimula la creatividad", apunta Mauricio Sotelo (Madrid, 1961), autor de diversas óperas, la última de las cuales, Dulcinea, para público infantil, se estrenó el pasado mayo en el Teatro Real de Madrid.

"La ópera vive una nueva era. Una época en la que, rota la identificación del género con la burguesía, la nueva generación de programadores está transformando el repertorio para atraer a nuevos públicos. Es una tendencia, una coincidencia de personalidades en la gestión de los teatros que converge en la apuesta común por diversificar la oferta y fomentar la creación", señala Josep Pons, director de la Orquesta Nacional de España y responsable musical de las dos óperas de gran formato que ha estrenado el Liceo tras su reconstrucción: D. Q., Don Quijote en Barcelona (2000), de José Luis Turina y La Fura dels Baus (en DVD); y Gaudí (2004), de Joan Guinjoan. El Liceo añadirá un nuevo título a su capítulo de estrenos en la temporada 2008-2009 con la ópera La cabeza del bautista, basada en la obra homónima de Valle-Inclán que actualmente escribe el compositor catalán Enric Palomar (Badalona, 1964).

Considerado como uno de

los más importantes directores de teatros de ópera de la segunda mitad del XX, el suizo Rolf Liebermann (Zúrich, 1910-París, 1999), compositor él mismo, encargó a lo largo de su gestión al frente de los teatros de ópera de Hamburgo y París nuevas obras a algunos de los más destacados compositores de su época como Olivier Messiaen, Krysztof Penderecki y Hans Werner Henze. Aventajado alumno suyo, el carismático Gérard Mortier siguió su estela al frente del Teatro de La Monnaie de Bruselas, donde, desde 1981 hasta que dejó el cargo, en 1992, para asumir la dirección de Festival de Salzburgo, perfiló un nuevo modelo de teatro de ópera espoleando a directores de escena para abordar las obras del repertorio desde una perspectiva próxima al espectador actual y fomentando la creación de nuevas óperas.

El modelo fijado para La Monnaie ha sido seguido por su sucesor en el cargo, Bernard Foccroulle, quien desde 1992 ha estrenado ya 16 nuevas óperas, dos de ellas -L'Uomo dal fiore in bocca, de Luc Brewaeys (9 de febrero de 2007), y Frühlings Erwachen, de Benoît Mernier (9 marzo de 2007)- previstas para la actual temporada. Óperas que, para sorpresa de muchos, han obtenido el favor del público y su pervivencia a través de la reposición en teatros de Europa, como en los casos de Reigen y Wintermärchen, ambas de Philippe Boesmans, o The woman who walked into de doors, de Kris Defoort. Foccroulle sostiene que estrenar nuevas óperas y trabajar con los compositores vivos aporta a los teatros una energía positiva que revierte a la hora de abordar el repertorio tradicional.

Pero, es que además, como

afirma la joven soprano valenciana Ofelia Sala, que el próximo 4 de mayo estrenará en el Teatro Real de Madrid la ópera de José María Sánchez-Verdú (Algeciras, 1968) El viaje de Simorgh, "el público ha cambiado y le ha perdido el miedo a la ópera contemporánea". "Tras la II Guerra Mundial los compositores se alejaron de la ópera al considerar que era un género relacionado con el capitalismo burgués. Sin embargo, las cosas han cambiado. Ya no existen impedimentos estéticos y los autores, cada uno con su propia personalidad, se han volcado en la creación de nuevas obras en todo el mundo", dice Sánchez-Verdú, que ya prepara su quinta ópera, Aura, con libreto del escritor mexicano Carlos Fuentes, que se estrenará en 2008 en Alemania.

Con el camino ya trazado, desparecidas las vanguardias estéticas y con los compositores lanzados a la carrera de crear nuevas óperas, los responsables de los teatros apuestan con fuerza por las nuevas obras. "La creación debe estar presente en la programación de los teatros de ópera", sostiene Antonio del Moral, director artístico del Real de Madrid, coliseo que selló su compromiso con la nueva creación desde su temporada inaugural, 1997-1998, con el estreno de Divinas palabras (1997), de Antón García Abril. Le siguieron La señorita Cristina (2001), de Luis de Pablo; Don Quijote (2003), de Cristóbal Halffter; L'Upupa (2004), de Werner Henze, y Dulcinea (2006), de Sotelo. Esta temporada le toca el turno a El viaje de Simorgh y en la de 2009-2010, el Real estrenará una nueva ópera con música de Leonardo Balada y libreto de Fernando Arrabal. "Pretendemos estrenar una obra de cámara cada dos años y una de gran formato cada tres", explica Del Moral, quien afirma que los altos costes de producción de un nuevo título imposibilitan al teatro estrenar una obra cada año.

Los costes son un factor determinante en la decisión de estrenar. Se impone encontrar socios para coproducir, lo que permite que la obra gire. Contar con una potente tradición musical y el hábito de estrenar nuevas creaciones, como es el caso de Alemania, facilita compartir gastos. Ayuda, y mucho, que el compositor tenga prestigio internacional y mucho más que el equipo técnico cuente con una estrella mediática, sea entre los cantantes o en la dirección de escena. Ejemplo de ello es el caso de The firts emperor, la ópera del compositor chino Tan Dun (oscar a la banda sonora de Tigre y dragón), que estrenará el próximo 21 de diciembre el Metropolitan Opera House de Nueva York y que cuenta con un director de escena de lujo, el cineasta también chino Zhang Yimou (Sorgo rojo y La linterna roja) y un auténtico diamante mediático en el reparto: el tenor Plácido Domingo. Coste de la producción: dos millones de dólares. Una auténtica fórtuna, que aunque el resto de teatros de ópera no tenga para invertir en una sola obra, no les impide estrenar mucho y bien en todo el mundo.

Boceto del artista plástico Frederic Amat para su puesta en escena de la ópera 'El viaje de Simorgh', que se estrenará en el Teatro Real de Madrid.
Boceto del artista plástico Frederic Amat para su puesta en escena de la ópera 'El viaje de Simorgh', que se estrenará en el Teatro Real de Madrid.
El barítono Ashley Holland, en un ensayo de  'Calígula'.
El barítono Ashley Holland, en un ensayo de 'Calígula'.MONIKA RITTERSHAUS

Calígula, el 11-M y el primer emperador de China

DE GRAN formato, de cámara, de bolsillo. Más de un centenar de nuevas óperas de múltiples formatos tendrán su estreno mundial esta temporada en todo el mundo, desde Tejas (Estados Unidos) hasta Bangkok (Tailandia), pasando por Europa. Ésta es una pequeña selección de ellas.

Calígula, de Detlev Glanert, con libreto de Hans-Ulrich Treichel, basada en la obra homónima de Albert Camus. Dirección musical, Markus Stenz; dirección de escena, Christian Pade. Ópera de Francfort (Alemania). Estreno, 7 de octubre.

Das Gehege (El recinto), de Wolfgang Rihm, con libreto de Botho Strauss, basado en su obra teatral Schlusschor (Coro final). Dirección musical, Kent Nagano; dirección de escena, William Friedkin. Ópera Estatal de Baviera, Múnich (Alemania). Estreno, 27 de octubre.

Trenes de marzo, de Lars Graugaard, con libreto de Toni Montesinos. Dirección musical, L. Graugaard; director de escena, Rafel Duran. Ópera electroacústica sobre los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid. Festival de Ópera de Bolsillo de Barcelona. Sala Beckett. Estreno, 2 de noviembre.

I hate Mozart (Odio Mozart), de Bernhard Lang, con libreto de Michael Sturminger. Dirección musical, Johannes Kalitzke; dirección de escena, M. Sturminger. Ópera sobre las intrigas en un teatro durante el montaje de una ópera de Mozart. Theater an der Wien, Viena. Estreno, 6 de noviembre.

A good man (Un hombre bueno), de Ray Leslee, con libreto de Philip S. Goodman, basado en la novela homónima de Jefferson Young. Dirección musical, Michael Schnack; dirección de escenam, Esther Muschol. Ópera de Cámara de Viena. Estreno, 7 de noviembre.

Cantor, de Ingomar Grünauer, con libreto propio. Dirección musical, Roger Epple; dirección de escena, G. H. Seebach. Retrato del matématico Georg Cantor, creador de la teoría del caos. Ópera de Halle (Alemania). Estreno, 10 de noviembre.

Ayodhya, de Somtow Sucharitkul, con libreto propio, basado en la epopeya en sánscrito Ramayana. Dirección musical, S. Sucharitkul; dirección de escena, Hans Nieuwenhuis. Ópera de Bangkok (Tailandia). Estreno, 16 de noviembre.

Into the little hill (En la pequeña colina), de George Benjamin, con libreto de Martin Crimp. Dirección musical, Franck Ollu; dirección de escena, Daniel Jeanneteau. Ópera de la Bastilla de París. Estreno, 22 de noviembre.

The first emperor (El primer emperador), de Tan Dun, con libreto propio y de Jin Ha. Dirección musical, Tan Dun; director de escena, Zhang Yimou. Superproducción sobre el primer emperador de China, protagonizada por Plácido Domingo. Metropolitan Opera House, Nueva York. Estreno, 21 de diciembre.

Sans famille (Sin familia), de Jean-Claude Petit, con libreto de Pierre Grosz, basado en la obra homónima de Hector Malot. Dirección musical, J.-C. Petit; dirección de escena, Paul-Emile Fourny. Ópera de Niza (Francia). Estreno, 23 de febrero de 2007.

Frühlings Erwachen (Despertar de primavera), de Benoît Mernier, con un libreto de Jacques de Decker, inspirado en la obra teatral homónima de Frank Wedekind. Dirección musical, Roland Böer; dirección de escena, Vincent Boussard. Ópera de la Monnaie, Bruselas. Estreno, 9 de marzo de 2007.

Cosima, de Siegfried Matthus, con libreto propio. Dirección musical, Jonas Alber; dirección de escena, Kerstin Maria Pöhler. Ópera que fantasea sobre una relación entre Friedrich Nietzsche y Cosima Wagner. Teatro Estatal de Braunschweig (Alemania). Estreno, 28 de abril de 2007.

El viaje de Simorgh, de José María Sánchez-Verdú, con libreto propio, basado en la novela de Juan Goytisolo Las virtudes del pájaro solitario. Dirección musical, Jesús López Cobos; dirección de escena, Frederic Amat. Teatro Real, Madrid. Estreno, 4 de mayo de 2007.

Frau Margot (La señora Margot), de Thomas Pasatieri, con libreto de Frank Corsaro, basado en su propia obra teatral Lyric Suite. Dirección musical, Joseph Illick; dirección de escena, F. Corsaro. Ópera de Fort Worth, Tejas (Estados Unidos). Estreno, 2 de junio de 2007.

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