"No quiero un país opulento, sino que haya trabajo"
Afónico y cansado, Rafael Correa (Guayaquil, 1963) subraya desde un despacho del cuartel general de su partido, Alianza País (País Altivo y Soberano), que es necesario cambiar profundamente el sistema político para que miles de sus conciudadanos no se vean obligados a abandonar el país. Este economista doctorado en Illinois (EE UU), que fue ministro de Economía del actual Gobierno durante cuatro meses, se declara de izquierdas, amigo del venezolano Hugo Chávez, y considera que su país no debe firmar ningún tratado con Washington, sino ingresar en el Mercosur.
Pregunta. ¿Por qué una revolución institucional?
Respuesta. Con las instituciones políticas que tenemos, el país está bloqueado. Se requiere una nueva constitución que reforme el sistema político, el económico -porque la Constitución de 1998 legitimó el neoliberalismo que ha sido un desastre- y el social. Sabemos dónde queremos ir y cómo ir, por eso le puedo garantizar que el proceso ecuatoriano será un éxito.
"España debería ser la primera en apoyar el proyecto de mi partido"
"Buscaremos una integración como miembro de pleno derecho en Mercosur"
P. Su mensaje puede asustar al dinero. ¿Qué piensa hacer para que Ecuador no aparezca en la lista de países donde no hay que invertir?
R. Aquí nadie está contra la seguridad jurídica, al contrario. Estamos a favor, pero cuidado, porque aquí seguridad jurídica se ha interpretado como someterse a los caprichos de los inversionistas extranjeros y eso no lo vamos a permitir de ninguna manera. Vamos a dar reglas claras y liderazgo firme para que el que quiera invertir lo haga. Fíjese que el país que mayores inversiones recibe es China, una dictadura comunista, por eso mismo. La inversión no viene a los países a los que el FMI califica de buenos alumnos, sino a los que crecen, con economías dinámicas.
P. El presidente Alfredo Palacio negocia contrarreloj la firma de un tratado comercial con EE UU. Si usted gana, ¿qué piensa hacer respecto a este tratado y a otras formas de integración regional?
R. No creo que logre firmar el tratado, en todo caso nosotros no lo aceptaremos jamás. Una cosa es buscar la cooperación y otra querernos convertir en un gran mercado, que es la lógica del ALCA, no convertirnos en ciudadanos de la región, sino en consumidores de la región. Creemos que el Tratado de Libre Comercio es inconveniente para el país y no lo firmaremos. Creemos que la única vía en el siglo XXI es una verdadera integración regional y la buscaremos con todas nuestras fuerzas.
P. ¿Está muerto el Pacto Andino como dice Chávez? ¿Pedirá, como ha hecho Venezuela, la entrada en Mercosur?
R. El Pacto Andino está herido de muerte cuando dos de sus cinco miembros
firmaron acuerdos con EE UU que atentan contra la normativa del pacto. En cuanto al Mercosur, buscaremos una integración como miembro de pleno derecho y que ése sea el organismo de una verdadera integración regional.
P. ¿Cómo piensa frenar el éxodo de miles de ecuatorianos?
R. Como lo haría cualquier país del mundo y por ello España debería ser la primera en apoyar el proyecto de Alianza País: cambiando este sistema económico y social excluyente. Esa gente que ha salido del país no lo ha hecho por propia voluntad, sino que han sido expulsados porque su patria les ha negado un futuro, un trabajo, educación, salud... Hay que cambiar el sistema nefasto que ha provocado que más de tres millones de ecuatorianos se hayan ido. El objetivo es tener una patria no opulenta, pero donde la gente pueda encontrar trabajo y dignidad en su propia tierra.
P. Usted se declara amigo de Chávez. ¿A qué líder latinoamericano se siente más cercano?
R. A Néstor Kirchner [presidente de Argentina], por supuesto. Por su pragmatismo. No levantó ningún tipo de expectativa y está sacando a Argentina de la destrucción en la que la hundió Menem, el Fondo Monetario y el neoliberalismo y está teniendo unos resultados extraordinarios.
