CiU avanza en todas las provincias a costa de los socialistas
Ciutadans logra tres escaños, los mismos que gana ICV, mientras que ERC pierde dos
CiU ganó ayer las elecciones catalanas. Y lo hizo en todas las circunscripciones, aunque sólo se tradujeron en nuevos escaños en la de Barcelona, donde no sólo se impuso en la provincia sino que también logró la victoria en la capital, en la que los socialistas se habían impuesto en las dos últimas convocatorias autonómicas. CiU retrocede en votos (perdió poco menos de 100.000 en toda Cataluña) pero esa pérdida resulta incomparable con el retroceso de los socialistas, que se quedaron a 250.000 sufragios respecto a los resultados de 2003.
El retroceso de los socialistas es general en las cuatro circunscripciones y tiene especiales consecuencias en Barcelona, donde pierde cuatro escaños, y en Lleida, donde perdió uno, en este caso en favor de ICV, sus socios en el tripartito.
ICV es la única formación de las que estaban en el Parlament que gana en número de votos. Y lo hace en las cuatro provincias, aunque el avance sólo se traduce en dos escaños en Barcelona y en el ya citado en Lleida. Pese a todo, no consigue el objetivo de arrebatar al Partido Popular el cuarto puesto.
La otra fuerza ganadora (en votos y en escaños) es Ciutadans. Este partido concurría por primera vez a las elecciones y logró el pleno al entrar en Barcelona con un 3,54% de los votos. No lo consiguió, en cambio, en ninguna de las otras cuatro provincias y en cada una de ellas tuvo resultados muy diversos. En Tarragona rozó el éxito y se quedó en el 2,44%; en Lleida y Girona, en cambio, no alcanzó el 1% de los votos emitidos.
El mayor número de votantes de Ciutadans y de Iniciativa se produce en un contexto en el que el verdadero avance llegó por otro lado: la abstención, que aumentó en seis puntos, pasando del 37% de hace tres años al 43% en jornada de ayer.
Las elecciones depararon resultados idénticos a los de hace tres años en las circunscripciones de Girona y de Tarragona. En ambos casos el vencedor es CiU, aunque en ambos casos también consigue la victoria porque es la fuerza que menos votos pierde. En Girona, los nacionalistas pasaron de 118.286 votos a 104.000; 16.000 votos menos. Unos resultados muy similares se produjeron en Lleida, donde los nacionalistas pasaron de 84.000 a 72.000, es decir, unos 12.000 votos. En medio (14.000 votos menos) queda Tarragona, donde CiU pasó de los 106.000 de 2003 a 92.000.
Este retroceso se convierte, sin embargo, en avance debido a que es mucho menor que el que sufren sus competidores. Sobre todo, socialistas y Esquerra Republicana.
Esquerra Republicana se consolida, con todo, como tercera fuerza aunque con un retroceso que se traduce en la pérdida de dos escaños. Esta pérdida se produce en Barcelona, donde los republicanos experimentaron un retroceso de más de 80.000 sufragios. En Girona estuvieron también a punto de perder un diputado en beneficio de CiU, pero al final se repitieron los resultados del pasado año, ya que el único avance, el de ICV, no le fue suficiente como para traducirse en un segundo diputado.
El retroceso del Partido Popular se produce también en todas las provincias, aunque sólo en Barcelona le supone la pérdida de un escaño. En las otras circunscripciones mantuvieron la misma representación mostrando que disponen de una base firme de votantes. Los 80.000 votos que pierde el PP y las ganancias de ICV hacen que se acorten las distancias entre ambas formaciones. Los 150.000 votos de diferencia de hace tres años son ahora apenas 30.000.
