_
_
_
_
_
Elecciones autonómicas en Cataluña

CiU rompe la hegemonía socialista en la capital catalana

Ciutadans logra tres escaños e ICV gana dos que pierde ERC

Los cambios en el Parlamento de Cataluña surgido ayer de las urnas se fraguaron en la provincia de Barcelona: CiU se convirtió en la fuerza más votada y pasó de 25 a 27 diputados. Los dos que suma a los que obtuvo en total en 2003. Y lo hizo en la provincia y en la propia ciudad de Barcelona, donde los socialistas habían sido hegemónicos.

El PSC ha retrocedido de modo espectacular: pierde más de 200.000 sufragios y, con ellos, cuatro diputados. Esquerra Republicana ha obtenido, asimismo, 100.000 votos menos y baja dos escaños. También pierde el PP, en este caso un diputado y unos 75.000 sufragios. Las dos fuerzas emergentes son Ciutadans, que pasa de la nada a la gloria de obtener tres escaños y más de 75.000 votos, e Iniciativa per Catalunya, la única formación de las cinco que tenía representación parlamentaria que logra un avance neto en votos, porque en términos absolutos incluso CiU sufre un retroceso, al pasar de los 715.000 de 2003 a unos 650.000 en esta ocasión, lo que se explica por el fuerte avance de la abstención, que pasó del 37,9% hace tres años al 43,4% ayer, seis puntos más.

Más información
Mas gana en Cataluña, pero la izquierda conserva la mayoría para reeditar el tripartito
Todo queda igual en la provincia de Tarragona
CiU se mantiene en Lleida e ICV se estrena con un diputado
Girona repite resultados y hegemonía nacionalista
Montilla da prioridad al tripartito pero se entrevistará mañana con Mas

CiU había ganado tradicionalmente las elecciones en la provincia de Barcelona, al revés de lo que ocurre en las generales. Pero esta tendencia se quebró en 1999, la primera vez que Pasqual Maragall encabezó la candidatura de los socialistas. El triunfo del PSC en Barcelona se repitió en 2003. Ayer, las urnas pusieron fin a la hegemonía socialista mantenida durante siete años. CiU consolidó sus resultados o, cuando menos, frenó notablemente el incremento de la abstención, aunque algo sufrió porque, aun ganando, pierde unos 75.000 sufragios. Poco si se compara con el gran castigado: el PSC de José Montilla. Sus 824.270 votos en 2003 se quedaron ayer en poco más de 600.000. Y sus 29 diputados de hace tres años se redujeron a 25.

Los socialistas, pese a sufrir el castigo más potente de la abstención, logran mantener el primer puesto en las poblaciones del llamado cinturón rojo de Barcelona. Se imponen a CiU con claridad en Cornellà, de donde era alcalde José Montilla, pero también en Santa Coloma, Badalona, Rubí o Ripollet. En Cornellà, CiU pierde por goleada (16.590 votos socialistas frente a 5.354 para los convergentes). Pero estos triunfos no se producen en las localidades de la Cataluña interior como Manresa o Berga (ambas, por cierto, con alcaldes socialistas). CiU, en cambio, sí logra la victoria en sus feudos habituales, entre ellos Sant Cugat y Vic.

Hay dos ciudades, Sabadell y Terrassa, donde los resultados muestran a las claras cómo los votantes socialistas, una vez más en unas elecciones autonómicas, han optado por quedarse en casa. En Terrassa, la diferencia entre CiU y PP es de apenas 600 votos. En Sabadell es algo mayor (más de un millar) pero muy escasa si se tiene en cuenta que en el Ayuntamiento los socialistas tienen mayoría absoluta.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

ERC no consolida los logros de hace tres años, mientras que ICV mejora sus resultados en toda la provincia y, especialmente, en las poblaciones más de izquierdas.

El mayor éxito fue el de Ciutadans, que consiguió entrar en el hemiciclo con tres diputados y un porcentaje del 3,5%, que supera con nitidez el 3% mínimo exigido para lograr la representación parlamentaria. El avance de Ciutadans es especialmente relevante porque partía de cero, ya que es la primera vez que concurre a las elecciones. Su propuesta de una forma diferente de hacer política puede haber hecho mella en un votante que, insatisfecho con los partidos tradicionales, no deseaba abstenerse. El PP retrocede, pero sus resultados no son una debacle. Perdió un diputado y unos 80.000 sufragios.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_