Los agentes de Movilidad denuncian que les exigen poner muchas multas

Más de 300 agentes de Movilidad (sobre una plantilla de 800), encargados de regular el tráfico en la capital, se manifestaron ayer en la plaza de la Villa para protestar contra las condiciones de trabajo que les imponen sus mandos y el reglamento del cuerpo, que les impide llevar el pelo largo o pulseras. Los trabajadores acusaron a sus mandos de que les obligan a poner muchas denuncias a lo largo de su jornada laboral. El coordinador general de Servicios a la Comunidad, Fernando Autrán, negó estas acusaciones y aseguró que todo obedece a que los agentes están molestos por el nuevo reglamento.

"Si bajas de siete denuncias al día, no eres productivo. Te miran mal, te llaman al despacho y te echan la bronca. Además, te ponen en los peores sitios para regular el tráfico". Así se explicaban en la plaza de la Villa varios agentes de Movilidad que prefirieron silenciar su nombre. "Lo estamos pasando mal, porque hasta han sacado listados de los coches con más multas que hay en Madrid y tenemos que ir a por ellos con la grúa. A la mínima infracción nos lo llevamos. Basta que no tenga el resguardo del SER [Servicio de Estacionamiento Regulado] para que lo carguemos y nos lo llevemos", añadían con indignación.

Otro punto que ha generado el malestar de los agentes de Movilidad es el reglamento del cuerpo. Quieren otro distinto. El actual les impide llevar el pelo largo, piercing, tatuajes visibles, pendientes largos y cualquier elemento de joyería o bisutería como pulseras. También les obliga a saludar con estilo marcial a sus superiores, pese a no ser un cuerpo policial. "Exigimos que estos agentes se integren en la Policía Municipal, ya que se están duplicando funciones. Cuando tienen un detenido por temas de seguridad del tráfico, tienen que llamar a los policías para que se los lleven. Esto es una vergüenza y nadie pone soluciones", criticó el secretario general de la Unión de Policía Municipal (UPM, 2.300 afiliados), Demetrio Pérez.

Otro problema que denunciaron los agentes es que sufren inseguridad, por lo que piden ir en pareja. Los agentes cobran 1.200 euros al mes.

El coordinador general de Servicios a la Comunidad, Fernando Autrán, rechazó las acusaciones de los manifestantes de que los mandos les obliguen a poner multas. Aseguró que los funcionarios, al ser agentes de la autoridad y pertenecer a un cuerpo uniformado, deben cumplir un reglamento. "El tema de la seguridad es un argumento falaz y débil. En los cruces hay más de un agente, con lo que están seguros", añadió.