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Reportaje:Natación | Concluyen los Campeonatos del Mundo

Estancados en la mediocridad

España apenas cuenta con una finalista, Erika Villaecija, en los 800m y los 1.500m libre, pruebas en las que batió los récords nacionales

Diego Torres

Sin buscar potencias lejanas, hay países, como Francia o Italia, por ejemplo, que nadan en el futuro. Otros, como España, viven estancados en un pasado de mediocridad.

Contra las tres finales con participación española en los Campeonatos del Mundo de Montreal 2005 y las cuatro en los de Barcelona 2003, en los de Melbourne las únicas finales que nadó España fueron las dos que se trabajó Erika Villaecija. Sólo ella consiguió competir al máximo nivel.

Otros miembros de la expedición, como Edu Lorente, Escarlata Bernard y Marco Rivera, cumplieron con el objetivo administrativo de mejorar sus marcas.

Fue lo primero que les pidió el seleccionador, el italiano Mauricio Coconi, a todos los concurrentes. Muchos no lograron ni eso. Tuvieron suficiente con bañarse en la misma piscina que revolvió el estadounidense Michael Phelps, el gran triunfador de la cita con sus siete medallas de oro, que pudieron ser ocho.

Mireia Belmonte, de 17 años y cuidada con mimo, debía mejorar su marca. No lo hizo
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Más que una leyenda

- Erika Villaecija. La catalana lleva seis años compitiendo al máximo nivel, algo poco corriente en este deporte, más cuando se trata de España. En estos Mundiales batió el récord nacional en los 800 metros libre y en los 1.500. En la prueba larga lo situó en 16m 5,83s, un registro que la sitúa entre las mejores 15 nadadoras de la historia del fondo. A la vista de lo que tiene a su alrededor, lo suyo puede considerarse como una proeza.

- Una perla sin brillo. Erika Villaecija tiene 23 años, una edad que para la natación significa madurez. Desde hace tres años, los seleccionadores buscan un relevo. En Montreal, Carles Subirana exhibió a Duane Rocha, una espaldista de fina presentación. La chica era elegante, pero no pudo batirse ni a sí misma. Nadó peor que nunca. Algo parecido le ocurrió a la perla del equipo actual, Mireia Belmonte, cuidada con mimo por el nuevo director técnico, Mauricio Coconi. Se esperaba que Belmonte, que sólo tiene 17 años, mejorara su marca. No lo hizo y eso es preocupante. En los Juegos de Pekín, Villaecija volverá a estar sola.

- El análisis. Antonio Oca es el encargado de elaborar un plan que reimpulse a la natación española. Espera concluirlo en junio. De momento, y a la luz de lo que vio en Melbourne, no se sorprende: "Las excepciones de Erika Villaecija y Marco Rivera han supuesto marcas muy buenas. Pero estamos en la tónica que hemos tenido desde 1982, con el paréntesis de Nina Yivanevskaya y los hermanos David y Martín López Zubero, que no eran españoles de nacimiento [estadounidenses] y nos metieron en más finales de las que acostumbrábamos. Hay que recordar que en los Mundiales de Madrid y Perth, antes de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, no logramos estar en ninguna final".

- El relevo. Uno de los elementos que ha distinguido al equipo español desde 2003 ha sido el relevo femenino de 4x200m. En Melbourne consiguió clasificarse en el último puesto, el 12º, que da derecho a los Juegos de Pekín. Lo hizo sin mejorar la marca conseguida en 2004. Los técnicos justificaron la vulgaridad del tiempo, 8m 6,62s, en una apuesta de futuro con nadadoras debutantes. Mireia Belmonte, una de las nuevas integrantes, fue descartada a última hora. Melanie Costa hizo su posta con un tiempo mediocre y sólo María Fuster respondió con entereza. Las veteranas, Villaecija y Ramos, cumplieron sin brillar.

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Sobre la firma

Diego Torres
Es licenciado en Derecho, máster en Periodismo por la UAM, especializado en información de Deportes desde que comenzó a trabajar para El País en el verano de 1997. Ha cubierto cinco Juegos Olímpicos, cinco Mundiales de Fútbol y seis Eurocopas.

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