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El Ejército de EE UU encierra con muros los 10 barrios más conflictivos de Bagdad

Los soldados tomarán huellas y datos biométricos para controlar a los vecinos

El primer ministro de Irak, Nuri al Maliki, ha mostrado su desacuerdo con el muro que rodeará el barrio suní de Adhamiya, mientras que el embajador de EE UU, Ryan Crocker, lo defiende. El Ejército norteamericano va más lejos: está vallando 10 de los distritos más violentos de Bagdad y empleando tecnología biométrica para comprobar la identidad de algunos de sus residentes (por ejemplo, a través del iris del ojo). Lo llaman "comunidades cerradas". Maliki dijo el domingo que trabajaría para detener la construcción del muro de Adhamiya, pero no lo ordenó.

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El mando de EE UU defiende esta iniciativa destinada, según ellos, a proteger a la gente en vez de separarla. "Si mantenemos a los malos fuera, ganamos", dice el teniente Sean Henley, destinado en el sur de Ghazaliya, uno de los barrios donde la insurgencia es activa y de los primeros que han sido aislados. En él viven 15.000 personas. Sólo hay una entrada para vehículos civiles y tres reservadas para militares.

Las tropas estadounidenses, equipadas con escáneres biométricos, podrán crear un censo de habitantes al tener sus huellas dactilares y datos del iris del ojo. Son 10 los distritos destinados a convertirse en zonas cerradas, dijo el general John Campbell, número dos del Ejército en Irak. La medida -aunque al principio se negó- es parte del plan de seguridad puesto en marcha hace casi dos meses con el que EE UU y el Gobierno iraquí tratan de reducir la violencia.

Muros similares existen en Faluya, al oeste de Bagdad, y en Tal Afar, en el norte de Irak. Los militares sostienen que han tenido éxito en esas ciudades. No es la primera vez que se utiliza el sistema. En Vietnam, fracasó: los movimientos forzados de población hacia zonas seguras provocaron un aumento de simpatías hacia la guerrilla. Según el Ejército de EE UU, aún es pronto para sacar conclusiones, y serán necesarios ajustes dependiendo de las reacciones de la gente.

Varias iraquíes pasan junto a un muro de hormigón en una calle del barrio de Adhamiya, en Bagdad.
Varias iraquíes pasan junto a un muro de hormigón en una calle del barrio de Adhamiya, en Bagdad.REUTERS
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