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Decenas de miles de productos se venden en España sin control sanitario

La policía intervino 100.000 unidades de fármacos falsos, sobre todo anabolizantes y estimulantes

María R. Sahuquillo

No han pasado ningún control de calidad ni sanitario y están en contacto directo con el consumidor. Son decenas de miles de productos falsos de uso higiénico, cosmético o incluso médico, de más de un centenar de marcas, que han entrado en España de manera irregular y se venden en tiendas baratas. La mayoría son tan perfectos que despistan, incluso a los propios fabricantes. Empresas multinacionales, como Unilever, llevan años investigando en España estas prácticas. Sin embargo, a veces son los consumidores los que detectan el fraude en la calidad del artículo y piden cuentas a la propia marca, que además de un perjuicio económico sufre por su imagen. La policía intervino en 2005 unas 100.000 unidades de fármacos falsos, según el Ministerio de Industria.

Sólo en 2005, la policía se incautó de más de 837.000 artículos de alimentación falsos
Son objetos que están en contacto directo con el consumidor: champús, geles e incluso fármacos
Más información
Más dentífricos sospechosos

Geles, champús, pastas de dientes, perfumes, cremas, alimentos y hasta algún medicamento.

Hace unas semanas saltó la alarma sobre estos productos cuando consumidores empezaron a detectar cientos de artículos, sobre todo dentífricos, que habían entrado en España de manera ilegal y sin pasar los controles reglamentarios del Ministerio de Sanidad en las fronteras. Las comunidades autónomas se han lanzado a la busca y captura de la pasta de dientes sospechosa, pero aún se desconoce si los tubos de pasta de dientes encontrados son falsificaciones o han sido introducidos ilegalmente en el país.

Multinacionales como Unilever y Nestlé no bajan la guardia en España. Éstas son algunas de las empresas que llevan años investigando este mercado de lo falso, según sus portavoces. Unilever considera este problema "muy grave", tanto para ellos como para los consumidores. Precisamente Unilever, una empresa angloholandesa, es la fabricante de dos de las marcas de dentífrico, Signal y Close Up, de las que se ha encontrado envases introducidos ilegalmente en el país. Esta compañía, al igual que Colgate (otra de las marcas utilizados en dentífricos ilegales) aún no saben si esas las pastas de dientes introducidas ilegalmente en España usando su nombre han sido fabricadas en alguna de sus productoras, dada la perfección a la que llegan muchas veces las falsificaciones. La compañía angloholandesa analiza ahora las muestras de dentífrico para determinar su procedencia.

"La producción de falsificaciones hace al consumidor vulnerable frente a los productos de baja calidad e inseguros. Al comprar una imitación, pierden confianza en las marcas legítimas y no hay reparación para los productores", dice una portavoz de Unilever, fabricante también de otros artículos como Axe, Mimosín, Dove o Frigo.

La Asociación Española para la Defensa de la Marca está de acuerdo en este daño. "Las falsificaciones son un fraude para el consumidor. La marca es la única garantía que éste tiene de la calidad y la seguridad del producto. También la única manera de saber a quién reclamar", sostiene Soledad Rodríguez, su presidenta. Y es que, según Rodríguez, "todo producto que tiene éxito en el mercado tendrá su copia".

La falsificación y la piratería afectan a una enorme gama de productos. Se copia de todo, desde perfumes de marcas de lujo hasta artículos tan simples como un cepillo de dientes, según la Organización Mundial de Propiedad Intelectual. En España cada vez se encuentran más falsificaciones de productos de higiene y cosméticos, un sector que ocupa ya el tercer lugar en cuanto a mercado, según la Asociación Española de Defensa de la Marca. No hay datos oficiales sobre el número de estos productos que se encuentran en las tiendas españolas, pero sólo en 2005, la policía incautó más de 38.000 falsificaciones de geles, champús, cremas... Los alimentos, tampoco se libran de ser falsificados, en 2005, se incautaron más de 837.000 artículos de alimentación de todo tipo, desde semillas hasta té.

Sin embargo, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria sostiene que estos alimentos fuera de control son una "minoría poco significativa en el mercado", aunque sostienen que si estos productos están en el mercado "es probable que hayan entrado de manera irregular". Sanidad asegura que ejerce "su labor en el área que le compete, analizando aquello sobre lo que hay sospecha". Pero los productos se siguen encontrando en las tiendas españolas. La inspección en los locales queda a cargo de las comunidades autónomas. Para reforzar la coordinación y esas inspecciones Sanidad ultima un plan en colaboración con las autonomías.

Mientras, las asociaciones de consumidores reclaman más control para que este tipo de productos no se vendan en España. "Son productos de uso directo para las personas, artículos que tendrían que tener una mínima garantía. Las falsificaciones, además de no tenerla, son ilegales", dice Ruben Sánchez de la Federación de Consumidores en Acción (Facua). "Alguien se tiene que hacer responsable de que se comercialicen miles de falsificaciones", sigue Sánchez que reclama más controles del Gobierno en aduanas y más inspecciones por parte de las comunidades autónomas.

El sector farmacéutico tampoco se libra de las falsificaciones. Según el informe de intervenciones policiales contra la propiedad industrial, en 2005 se incautaron más de 100.000 unidades de medicamentos falsos, sobre todo anabolizantes y estimulantes. El comercio de fármacos falsificados representó en 2004 el 10% del comercio mundial de medicamentos, según la Comisión Europea. En cuanto al volumen de venta de falsificaciones, España ocupa la tercera posición en Europa y la octava en el mundo.

Pero dónde se fabrican estos productos. Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la mayoría llegan desde Asia, fundamentalmente desde China, Tailandia, Hong Kong, Corea y Malasia, los cinco principales países exportadores de productos infractores. Aunque este organismo reconoce que la mayoría llega desde China.

Ante este abordaje sin cesar de lo falso, las empresas idean planes para intentar frenarlo. Unilever, que lleva varios años persiguiendo estas prácticas ha creado incluso un comité especial para perseguirlas. "Además pertenecemos a varios grupos de protección de la marca. También es fundamental la colaboración con las autoridades", sostienen.

Otras empresas como la multinacional Nestlé también son conscientes del problema, y aseguran que mantienen "la guardia alta" para evitarlo. "Sólo trabajamos con proveedores fiables y destruimos todo el etiquetado y los envases que ya no se van a usar para evitar el mal uso que se podría hacer de ellos", dicen.

Para que al consumidor no le engañen, las empresas aconsejan varias pautas: comprar siempre en canales de distribución fiables y vigilar bien el etiquetado. También, según la Asociación de Defensa de la Marca, "tener una actitud responsable. Si se detectan no comprar nunca productos falsificados, aunque a veces sean más baratos".

Polígono industrial en Fuenlabrada donde la policía se incautó de 500 tubos dentífricos falsificados.
Polígono industrial en Fuenlabrada donde la policía se incautó de 500 tubos dentífricos falsificados.MARUXA R. DEL ARBOL

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Sobre la firma

María R. Sahuquillo
Es jefa de la delegación de Bruselas. Antes, en Moscú, desde donde se ocupó de Rusia, Ucrania, Bielorrusia y el resto del espacio post-soviético. Sigue pendiente de la guerra en Ucrania, que ha cubierto desde el inicio. Ha desarrollado casi toda su carrera en EL PAÍS. Además de temas internacionales está especializada en igualdad y sanidad.

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