_
_
_
_
_
JEAN-CLAUDE TRICHET | Presidente del BCE

El vigilante del IPC mueve ficha el jueves

Jean-Claude Trichet ha demostrado desde que asumió el cargo en 2003 que es capaz de capear borrascas sin torcer el gesto. Puede enfrentarse a los periodistas durante horas sin que se resienta su locuacidad ni flaquee su hermetismo. Es consciente el francés de que una palabra demasiado clara o un paso en falso del presidente del BCE podrían revolver gravemente los mercados financieros. De modo que no deja que sus ruedas de prensa pierdan el tono de responso. Después, expertos y exégetas analizan sus palabras para deducir el próximo paso del BCE.

Su fórmula más conocida se oyó por última vez a principios de agosto: la "fuerte vigilancia" de la inflación, que anuncia una próxima subida de tipos. Se interpretó que los tipos subirán en septiembre un cuarto de punto, hasta el 4,25%, en la zona euro. Hasta aquí, todo según la liturgia del banco de bancos. Hasta que llegó la tormenta más grave a la que se ha enfrentado su presidente.

Más información
Los guardianes del dinero capean la crisis

En agosto impactó la crisis hipotecaria estadounidense en los mercados financieros. El BCE reaccionó inyectando capital para evitar el anquilosamiento de la liquidez. Puso el BCE a disposición de los bancos 215.000 millones de euros, entre el 9 y el 14 de agosto, en subastas a un día. Y las cuentas parece que salieron. Los analistas del BCE observan que la confianza en los préstamos interbancarios se recupera. Queda por ver si se trata de una curación o sólo leve mejoría por el socorro del BCE.

Ahora se especula sobre la próxima medida. Hasta el pasado lunes, los analistas estaban seguros de que Trichet se atendría en septiembre a su anuncio del 2 de agosto. Porque una rectificación podría interpretarse como señal de la gravedad profunda de la crisis. Y porque podría considerarse una debilidad del propio BCE, que saldría así a sacar las castañas del fuego a los que la originaron.

Sin embargo, en su aparición pública del lunes 27 en Budapest, Trichet no habló ya de "fuerte vigilancia". Es más, recordó que había dicho esas palabras "antes de las turbulencias" en los mercados "europeos y mundiales desde el 9 de agosto". Crece pues la inseguridad sobre la que sería la novena subida de tipos de interés del BCE bajo la dirección de Jean-Claude Trichet desde diciembre de 2005.

Los expertos entienden que la crisis financiera, que de momento no ha tenido mayores repercusiones en la economía real, demuestra que los peligros de la economía de la eurozona han cambiado. Ya no acecha sólo la inflación, sino el estancamiento o incluso la recesión, como insisten en alertar las autoridades francesas. Una nueva subida de tipos, útil para mantener la inflación en la zona euro alrededor del 2% marcado por el BCE, podría frenar el crecimiento.

La duda permanecerá hasta el jueves próximo, cuando se reúne el Consejo de Gobierno del BCE. Se verá entonces si Trichet permanece firme en sus rituales o se inclina ante las imposiciones de una situación financiera desfavorable.

O si sigue cultivando una inclinación por la paradoja que llevó a sostener en una conferencia que si bien "la expresión fuerte vigilancia habla por sí sola", el BCE "nunca se compromete con antelación".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_